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El ayuntamiento recurre a viviendas turísticas ante la falta de pisos sociales

El consistorio realiza pagos en hostales y apartamentos vacacionales ante la ausencia de alojamientos sociales disponibles - Las concejalías de Servicios Sociales y Migraciones firman acuerdos con entidades privadas ante la "insuficiencia de recursos propios" y el aumento de la demanda

Nueva guardia para evitar un desahucio en Benimaclet a una pareja en exclusión social Eduardo Ripoll

La falta de vivienda social disponible en la ciudad de València es una realidad. Y la demanda va en aumento. Así, cuando una persona o una familia precisa de un alojamiento inmediato ante una situación de emergencia, un desahucio o una situación de primera acogida ¿cuál es la alternativa? Pues el alojamiento provisional y temporal de la persona o familia afectada o en un hostal o en un apartamento turístico.

No importa, pues, si la persona es nacional o extranjera. Si ha perdido su vivienda por un procedimiento de desahucio o si es solicitante de asilo. Si se precisa de alojamiento inmediato, el ayuntamiento deriva a la persona a un hostal o apartamento turístico que cuente con un convenio con el ayuntamiento «con el objeto de dar respuesta a la grave situación de muchas personas y la insuficiencia de recursos propios».

Así, desde la Concejalía de Servicios Sociales afirman que el consistorio ha realizado pagos en alojamientos alternativos habitacionales por pérdida de vivienda a 535 unidades de convivencia «lo que ha supuesto destinar un total de 284.757,87 euros hasta la actualidad».

Por otra parte, en una moción suscrita por la concejalía de Cooperación al Desarrollo y Migración el pasado mes de diciembre -para poder pagar dos facturas de 609 euros- se refleja que «este año se ha percibido un cambio de los perfiles mayoritarios que se atendían en los últimos años; a los tradicionales temporeros, a las personas llegadas de Europa del Este y a las personas que se quedan sin alojamiento en la ciudad de València por falta de recursos económicos y red de apoyo, se suma un número importante de solicitantes de protección internacional que acuden a nuestra ciudad, un aumento de jóvenes extutelados que al salir de los centros de menores se quedan en situación de calle y familias que no disponen de los medios necesarios para cubrir su alojamiento».

La propuesta afirma pues que dada «la imposibilidad de conseguir nuevas plazas de modo inmediato se considera necesaria la utilización de plazas de alojamiento en hostales y apartamentos privados».

Por ello, puntualiza que «dada la premura de la situación y la necesidad de conseguir alojamiento inmediato no pudo tramitarse el correspondiente contrato menor». Además, desde la Concejalía de Migraciones presentaron también un informe para «cubrir el gasto económico derivado del alojamiento» a una empresa de viajes por dos importes de 1.470 euros (2.940 euros en total).

Por primera vez en 10 años

Y es que en 2017, por primera vez en 10 años, el ayuntamiento aumentó el parque de vivienda social destinado a familias en situación de vulnerabilidad a través de la concejalía de Inserción Sociolaboral. València «tan solo contaba con 97 viviendas sociales en toda la ciudad, una cifra que situaba al 'cap i casal' a la cola de inversiones en este tipo de infraestructuras para los colectivos más vulnerables».

Desde la concejalía de Vivienda, por su parte, aseguran que en 2018 se generaron 1.546 viviendas en régimen de alquiler asequible gracias a las ayudas al alquiler, que han supuesto una inversión de 2 millones de euros. «Las ayudas al alquiler han generado casi 4.000 viviendas asequibles pagando el 40 % del alquiler de las familias en situaciones de riesgo de perder su vivienda». En 3 años, la inversión destinada a las ayudas del alquiler por parte de la concejalía de Vivienda han ascendido a 5 millones.

Sin embargo, desde la Concejalía de Vivienda afirman que hay dos herramientas que «es necesario implementar» ante el problema habitacional de una ciudad como la de València, que cuenta con 60.000 pisos vacíos. «Si no se limitan los incrementos abusivos del alquiler seguirán los desahucios invisibles, en los que gran parte de la población es expulsada de sus barrios por la especulación de la vivienda».

Las herramientas a las que hace referencia la concejalía son «crear un índice de precios de referencia para fijar un límite de incremento de precio en la renovación de contratos y posibilitar la delimitación de áreas tensionadas en aquellas zonas donde los precios suban en exceso y expulsen a la vecindad».

Mientras tanto y si los vecinos precisan de un alojamiento inmediato, la solución pasa por un hostal o un apartamento turístico convencional.

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