El nuevo plan especial del Cabanyal enmendado, que no recalifica zonas verdes y con los bloques portuarios legalizados, ya está sobre la mesa del concejal de Desarrollo Urbano, el socialista Vicent Sarrià, y saldrá a exposición pública a final de mes con la vista puesta en su aprobación provisional antes de elecciones.

El grupo socialista confía en que una vez aprobado, aunque sea provisionalmente, el nuevo plan no tenga vuelta atrás. Algo que cuestiona la candidata del PP a la alcaldía de València, María José Català, quien ayer agitó el debate político a cuenta del Cabanyal anunciando que si llega a la alcaldía impulsará un nuevo plan para «abrir València al mar».

La candidata popular apuesta por una fórmula propia que no sea invasiva, como la gran prolongación que impulsó el anterior gobierno del PP, con Rita Barberá al frente, pero tampoco le gusta el plan impulsado por el Govern de la Nau que renuncia a los derribos de la prolongación de Blasco Ibáñez y que resuelve el encuentro de Blasco Ibáñez con el Cabanyal en una rotonda y zonas verdes.

Las afirmaciones de Català, que también tiene intención de enmendar la construcción de algunos de los nuevos carriles bici impulsados por el Govern de la Nau, sobre el Cabanyal provocaron ayer la reacción de su rival política y candidata socialista la alcaldía, Sandra Gómez, quien lamentó que «ante la falta de conocimiento de la ciudad el PP resucite un proyecto que intentó arrasar social y urbanísticamente el barrio». Sandra Gómez advirtió ayer que el PP «no volverá aponer sus manos en el barrio» del Cabanyal.

Català es consciente de que no puede defender el anterior plan especial (Pepri) de la prolongación de Blasco Ibáñez, anulado por representar expolio del patrimonio histórico.

«Ahora mismo hay un concepto de movilidad más moderno y sostenible, distinto al que había cuando se planificó la prolongación del Cabanyal», apuntó ayer en declaraciones a este diario.

Dicho lo cual, la candidata a la alcaldía recalcó que está «absolutamente de acuerdo con la apertura al mar». A su juicio la derogación del Pepri del PP «no ha supuesto nada, más que bloqueo», como ha criticado reiteradamente el PP en el ayuntamiento.

Català apuntó que el Govern de la Nau podría «haber modificado el Pepri y poner en movimiento el barrio en vez de encabezonarse en el nuevo plan especial que ahora se va a exponer al público y que tardará aún bastante tiempo», dijo.

Catalá destacó que no solo no se ha resuelto el problema urbanístico, tampoco el de seguridad, convivencia, atención social. La actuación del gobierno de la Nau en el Cabanyal «ha sido decepcionante». Por eso, avanzó ayer, está trabajando «intensamente» con profesionales para prepara un plan alternativo para el barrio que presentará en campaña y que apostará por una apertura al mar más esponjada y sostenible, alineada con la conservación del patrimonio histórico del barrio. «n urbanismo «más amigable, más sostenible», reiteró.

Será en todo caso, un plan distinto, ni el plan inicial ni el actual, renunciando al urbanismo invasivo y y con trazado urbano importante de conexión al mar.

Respuesta socialista

La candidata socialista a la Alcaldía de València y portavoz del grupo municipal socialista, Sandra Gómez, alertó de que «recuperar la prolongación de Blasco Ibáñez por el Cabanyal-Canyamelar supone devolver València a su peor etapa».

La candidata socialista, además vecina del Cabanyal, destacó que «València ya está conectada con el mar a través dels Poblats Marítims» al tiempo que añadió que el Cabanyal es un barrio «con una identidad, cultura e idiosincrasia propia que algunos se empeñan aún en arrasar e ignorar». Ante esto ha pedido a Català «que no titubee, deje de plantear experimentos en el Cabanyal-Canyamelar y se atreva a decir claramente que el proyecto del PP era una aberración».

Para Gómez los planteamientos de Català responden a una «visión centralista, elitista y de servidumbre de nuestros barrios periféricos».