La Federación, junto a las asociaciones de los barrios declarados ZAS, se reunió en diciembre de 2016 con el alcalde Joan Ribó y con varios de sus ediles, para trasladar los problemas mencionados y proponer medidas como la creación del observatorio. Tras un año de trabajo (al que se sumaron el concejal de Espacio Público, Carlos Galiana, representantes de la Policía Local y hosteleros) no se logró el objetivo de aplicar una reducción efectiva en zonas saturadas como el centro histórico o Russafa. A raíz de ello, la Federación consideró oportuno que la creación de este Observatorio se debatiese en Pleno.