Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Solicitud

La patronal de los vehículos eléctricos de alquiler exige una regulación urgente

El sector, agrupado por empresas de coches, motos y patinetes compartidos, dice que València "se encuentra a la cola en regulación"

La patronal de los vehículos eléctricos de alquiler exige una regulación urgente

El sector de las empresas de vehículos compartidos sin necesidad de base fija, es decir, aquellas dedicadas al denominado «sharing» eléctrico, ha expresado su queja al Ayuntamiento de València porque consideran que el consistorio bloquea el desarrollo de sus negocios. Varias compañías de coches, motos y patinetes eléctricos compartidos agrupadas como la Asociación Española de Movilidad Urbana Sostenible (Aemus) afean al Govern de la Nau que todavía no cuente con una norma reguladora que permita la puesta en marcha de estos servicios privados en la vía pública y aseguran que la ciudad «se encuentra a la cola en regulación» a nivel estatal.

Aemus centra sus críticas en la falta de coordinación de las distintas concejalías implicadas. «Tras cuatro años de espera, la controvertida Ordenanza de Movilidad liderada por Giuseppe Grezzi, aprobada en el pleno del Ayuntamiento de València, echa balones fuera y deja en manos del concejal socialista Ramón Vilar (Hacienda) y del de Compromís Carlos Galiana (Espacio Público) la regulación necesaria para que los valencianos puedan alquilar patinetes, bicis o coches eléctricos sin base fija», expresan en un comunicado.

«Ante las continuas trabas y retrasos acumulados», Aemus asegura que intentó «abrir un diálogo para desbloquear la situación solicitando una reunión conjunta a los tres concejales implicados en su regulación», pero lamenta que casi dos meses después «ni siquiera ha recibido respuesta por parte de ninguno de ellos». Sin embargo, diferentes empresas por separado sí han sido atendidas por el consistorio, reconocen fuentes de Aemus.

«Desde el Ayuntamiento de València nos están dando largas continuamente, cada concejal implicado dice que depende del otro y mientras tanto los vecinos y visitantes de València siguen sin derecho a disfrutar la oportunidad de moverse de una forma sostenible con vehículos compartidos», lamenta Nacho Mas, presidente de Aemus.

«València se encuentra a la cola en regulación del sector de la movilidad sostenible. Por ejemplo Madrid permite desde 2015 el carsharing eléctrico y ya han comprobado que cada coche compartido, elimina de la ciudad entre 13 y 15 coches privados con el impacto medioambiental que ello conlleva, además de liberación de espacio público. A las empresas de patinetes eléctricos, ciudades como Zaragoza o Madrid, les han permitido operar mientras actualizan sus normativas. En València no se permite operar ni realizar pruebas piloto mientras se siguen tomando su tiempo para regular la actividad con el fin de la legislatura cada vez más cerca», recuerda el presidente del colectivo de empresas.

Lo cierto es que la regulación de estos servicios es compleja -como reconocen fuentes del sector-, pese a que otras muchas ciudades se han lanzado a autorizarlos. València tan solo permite operar, de momento, a las compañías de «motosharing», que ya han llenado la ciudad de motos eléctricas de hasta 7 empresas diferentes. Y lo hace porque no incumplen ninguna ordenanza, aunque tampoco están pagando tasas por ocupar la vía pública.

En cambio, para el desembarco de los coches compartidos eléctricos las empresas necesitan llegar a un acuerdo con el consistorio para el uso de plazas de estacionamiento de la zona azul, además de la consiguiente tasa fiscal.

Por último, los patinetes eléctricos compartidos necesitan, además, de la aprobación de la ordenanza de movilidad, ya que son vehículos que no cuentan con normativa para circular. Hasta abril no podría cumplirse ese trámite.

El colectivo está compuesto por las empresas de «motosharing» Molo y Yego, el «carsharing» de CarGreen, MyrentGO (solución para que hoteles y apartamentos turísticos puedan pedir medios de transporte sostenibles), el ecobarrio La Pinada y las compañías de patinetes eléctricos Koko y Lime (a la que el Ayuntamiento multó y obligó a retirar su flota de sus vehículos.

Compartir el artículo

stats