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Urbanismo

Ribó impulsa una empresa mixta para construir 600 viviendas de alquiler

El ayuntamiento cedería suelo para que las promotoras construyan los nuevos pisos en cuatro años Compromís replica el modelo vienés

Uno de los solares municipales en espera de uso en el Cabanyal

El alcalde de València, Joan Ribó, ha propuesto la creación de una empresa mixta, con participación público-privada, para la promoción de viviendas de alquiler, una medida inspirada en el modelo de vivienda pública de Viena con la que el también candidato a la reelección de Compromís confía en poder construir 600 viviendas de alquiler asequibles, el doble de las que existen ahora, y dar respuesta de manera ágil a un problema creciente en la ciudad, con una escalada continua del precio de los alquileres al que no se ha sabido o podido dar respuesta en esta legislatura.

La medida, no obstante, ha sido acogida con cierto recelo por parte de los socios del PSPV y València en Comú en el Govern de la Nau, que también tienen repartidas competencias en materia de vivienda (el PSPV a través de la empresa de promoción de vivienda pública Aumsa y València en Comú, que controla el área de Patrimonio y Vivienda).

En el entorno del alcalde destacan que la nueva empresa auspiciada por el alcalde no lleva aparejada la desaparición de Aumsa. Esta empresa municipal, que ha anunciado la puesta en marcha de un plan de promoción de viviendas de alquiler para construir 300 pisos en distintos barrios, «debe seguir con su cometido de promoción de vivienda pública», recalcan fuentes de Compromís. Ribó aduce que «en los tiempos actuales, ante una situación de emergencia por la falta de un parque público de vivienda, es necesario agilizar la creación de viviendas».

La nueva empresa mixta que propone el alcalde cuenta con antecedentes no del todo exitosos como la Sociedad Plan Cabanyal, que en sus orígenes fue una empresa de iniciativa público-privada que se transformó en pública tras el fiasco del plan de la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez y la fuga de los promotores. La empresa mixta que auspicia ahora Joan Ribó está inspirada en los modelos de otras ciudades europeas, en concreto, en el modelo de promoción de vivienda pública de Viena.

La idea es que el ayuntamiento ceda el suelo, dando así salida a una importante bolsa de solares generada por las expropiaciones llevadas a cabo en los últimos años y promovidas, en muchas ocasiones, por los particulares como una fuente alternativa de ingresos ante el parón de la construcción. Joan Ribó entiende que hay suelo público suficiente para cederlo para su desarrollo a la iniciativa privada y aumentar así el exiguo parque de viviendas públicas de alquiler de la ciudad

El modelo vienés

En concreto, la previsión es poner a lo largo de la próxima legislatura en el mercado 600 viviendas de alquiler. El ayuntamiento cede el suelo y la iniciativa privada construye, evitando así los tiempos por lo general más lentos de la administración e inyectando músculo financiero (del que carecería hoy por hoy Aumsa) a la promoción de vivienda pública.

Para el alcalde, el impulso de esta sociedad mixta «es una forma de contribuir» al desarrollo de la nueva ley autonómica de la Función Social de la Vivienda, a la que también se contribuirá a través de otras medidas como la constitución de un registro de viviendas vacías en colaboración con la Generalitat y la bonificación del IBI a los propietarios que decida alquilar su vivienda o penalizando, por contra, a los rentistas y grandes propietarios que tengan más de diez pisos cerrados.

Para promover un verdadero parque de viviendas públicas de alquiler el alcalde propone la creación de una empresa mixta que construirá 600 viviendas baratas en los próximos cuatro años. Estas viviendas se sumarán a las ya previstas en el Cabanyal o las programadas por Aumsa. La capital austriaca tiene una política de promoción de vivienda pública envidiada por muchas otras ciudades. El 30% de las viviendas de esta ciudad son de alquiler a precios asequibles. Viena, una ciudad con 1,8 millones de habitantes y con larga tradición en la promoción de vivienda pública (desde 1917), cuenta con 220.000 vivienda públicas, 136.000 de ellas promovidas por organizaciones denominadas de lucro limitado. Suelen ser viviendas destinadas a rentas bajas y medias, y a colectivos como los jóvenes, familias y personas mayores. Viena tiene una inversión anual en vivienda de 700 millones de euros (casi el presupuesto municipal de València). De esta inversión, 530 millones provienen del Gobierno central. Entre 2011 y 2016 se impulsaron 28.000 pisos con esta fórmula.

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