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Urbanismo

El ayuntamiento reclama al puerto el suelo del varadero

Las administraciones nombran a los liquidadores del Consorcio, tras la condonación de la deuda, y preparan la reversión de los bienes y concesiones

El ayuntamiento reclama al puerto el suelo del varadero

El alcalde de València, Joan Ribó, reivindicó el jueves la devolución (que no cesión provisional) por parte de la Autoridad Portuaria de València de los terrenos que no usa. El regidor señalaba no solo a los terrenos que formarán parte del Parque de Desembocadura de Natzaret sino a los que se ubican frente al canal y el Veles e Vents, toda la zona Este de la marina, que sigue siendo suelo portuario. En esta zona, se ubican tanto los amarres de la marina sur como las explanadas de uso industrial y terciario donde está prevista la construcción del varadero vía concesión.

Estos terrenos serán uno de los bienes que se pondrán sobre la mesa en la liquidación del Consorcio València 2007, que las tres administraciones implicadas (Estado, Generalitat y Ayuntamiento de València) preparan tras la condonación de la deuda millonaria de la Marina por parte del Gobierno.

Las administraciones autonómica y municipal han designado ya a sus representantes en la comisión técnica creada para impulsar la liquidación del Consorcio València 2007, una vez asumida la deuda del ICO por parte del Gobierno, entre cuyos cometidos está buscar nuevas fórmulas de gestión de los espacios y concesiones de la Marina de València. La junta de gobierno del Ayuntamiento de València aprobó la semana pasada una moción del alcalde, Joan Ribó, en la que propone como miembros de la comisión al economista Xavier Ribera y al secretario del ayuntamiento, José Antonio Martínez.

El director del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, representará a la Generalitat en dicha comisión de liquidación, cuya finalidad será establecer la nueva hoja de ruta de la Marina de València una vez liberada de la tutela del Ministerio de Hacienda. La figura de la sociedad mixta se perfila como una de las opciones más viables para el consorcio.

Una vez cancelada la deuda del ICO que lastraba la Marina, algo que depende de la aprobación de los presupuestos del Estado, en cuya ley de acompañamiento se ha incluido la condonación de dicha deuda, el Consorcio pierde razón de ser y quedará liquidado automáticamente. Los bienes que las administraciones consorciadas depositaron a favor de este organismo con el fin de devolver las deudas revertirán a sus propietarios. La linea divisoria entre las propiedades de la ciudad y del puerto la marcaría el canal de la Copa del América. Las bases, el Veles e Vents y los tinglados volverían a manos del ayuntamiento, mientras que gran parte de los amarres de la nueva bocana y los terrenos de la concesión del futuro varadero (en proceso de licitación) quedarían bajo la tutela de la Autoridad Portuaria de València. La previsión es que el Estado siga representado, a través de la Autoridad Portuaria de València, en el nuevo órgano de gestión que se constituya.

En relación a la devolución del suelo portuario sin uso en la frontera con el barrio de Natzaret, el alcalde hizo suyas el jueves las reivindicaciones de los vecinos de esta castigado barrio, que rechazan la cesión a 25 años anunciada por el Puerto y que recelan de las declaraciones de su actual presidente, Aurelio Martínez, quien asegura que no es probable que transcurrido ese tiempo los suelos ganados por la ciudad vuelvan a ser portuarios. Los vecinos de Natzaret, que en los años 80 perdieron su playa por la expansión del puerto insisten en que sea una cesión definitiva y sin vuelta a atrás.

El litigio por el contrato de la Estación Marítima

El Consorcio València 2007 celebró el jueves un consejo rector telemático con un único punto en el orden del día que era, según publicó València Plaza y confirmaron a este diario fuentes del Consorcio, rechazar el recurso interpuesto por la Asociación Valenciana de Startup contra la adjudicación en noviembre pasado a la firma belga Fosbury and Sons de la antigua Estación Marítima, que se transformará en un hub tecnológico. Está por ver ahora si el recurrente acudirá a la vía judicial.

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