El estudio de integración paisajística del hotel de 15 alturas previsto en el plan especial del Cabanyal, en exposición pública desde el viernes, asegura que el impacto visual de la torre será de «importancia sustancial» pero «positivo», siempre que se acometa el diseño de esta edificación desde una perspectiva de la introducción de un elemento de elevada calidad arquitectónica».
La irrupción del hotel en el nuevo planeamiento impulsado por el Govern de la Nau y firmado por los urbanistas Gerardo Roger y Luis Casado, se justifica en dicho estudio de integración por la falta de oferta de este tipo de establecimientos en la fachada marítima, según apunta el plan. El hotel se ubicará en la calle Eugenia Viñes, en los terrenos del frustrado proyecto de las piscinas olímpicas, a pocos metros de la Marina de València, donde el Consorcio València 2007 también quiere impulsar otro hotel de hasta 30 alturas, al que como en el proyectado en el Cabanyal, los vecinos de los barrios del entorno miran con recelo. Los redactores del plan del Cabanyal aseguran que con el desarrollo de la Marina real Juan Carlos I (ahora Marina de València) se ha puesto de manifiesto la introducción de nuevas edificaciones e instalaciones (con motivo de la Copa del América) que han dotado a la antigua dársena y su entorno de un nuevo paisaje, que ha sido valorado positivamente. El hotel, apunta el plan del Cabanyal, « adquirirá un carácter de hito arquitectónico para la ciudad, como pieza de arquitectura singular diseñada de forma que su altura destaque por encima de las edificaciones de su propio entorno, lo que hará que se configure como elemento referencial de la nueva actuación y del nuevo tejido urbano incorporado al barrio». El hotel, añade el estudio de integración,es «coherentes con los objetivos de calidad que se han definido para la zona, va a tener un carácter permanente y una incidencia elevada y va a modificar la escena en el sentido de incrementar notablemente su calidad paisajística».
