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Los vecinos piden aparcar en el carril bus cuando acabe el servicio nocturno

La medida supondría aprovechar apenas unas horas de madrugada la vía del transporte público - También alegan para proteger plazas peatonales

Dos operarios ponen en mayo de 2017 las placas de prohibición de aparcar en el carril bus. eduardo ripoll

La Federación de Asociaciones de Vecinos de València (FAVV) presentará en los próximos días alegaciones a la nueva Ordenanza de Movilidad. Su presidenta, María José Broseta, explicó ayer que el espíritu de estas propuestas es «garantizar la seguridad de los peatones y de las personas con movilidad reducida, así como evitar problemas de convivencia con los usuarios de otros medios de transporte».

Entre las enmiendas que propone, la FAVV recupera la cuestión del aparcamiento en el carril bus, una de las medidas que más controversia generó cuando el Ayuntamiento de València decidió prohibir el estacionamiento en aquellas líneas en las que hubiera servicio nocturno, además de reducir el tiempo en media hora en aquellas zonas donde se mantiene la autorización.

Sin embargo, la Federación de Vecinos propondrá ahora que se permita el estacionamiento nocturno en el carril bus «fuera del horario de las líneas nocturnas de la EMT y hasta el comienzo del servicio ordinario y en las vías por las que no discurran líneas nocturnas». En la práctica esto supone un horario muy reducido de uso, admite la entidad vecinal, lo que limitaría la permisividad a unas horas ya bien entrada la madrugada.

Por ejemplo, la línea nocturna N89 realiza su última salida a las 2:15 horas de la madrugada, mientras que las líneas diurnas 89 y 90 empiezan a circular a las 4:30 horas, lo que apenas deja dos horas efectivas de estacionamiento.

En otras zonas, como la calle Colón, el N5 finaliza a las 2.30 horas de la mañana, y la línea 5 empieza a circular a las 7 de la mañana, por lo que apenas quedarían cuatro horas y media disponibles.

A margen de la cuestión del carril bus, la FAVV hace hincapié en que los peatones pierden zonas de uso con la nueva norma. Según Broseta, «el preámbulo de la ordenanza habla, entendemos que de forma engañosa, de proteger e incentivar los desplazamientos peatonales; sin embargo, en la práctica esta normativa supone la consolidación de una reducción del espacio de uso exclusivo para los viandantes en calles y plazas peatonales a favor de los patinetes eléctricos y las bicicletas, aspectos son los principales motivos de alegación».

Así pues, la Federación propone el siguiente texto para el artículo 33, apartado D punto 1: «En las calles residenciales, zonas 30 y zonas de coexistencia las bicicletas circularán por la calzada, salvo que exista carril bici. En calles y plazas peatonales los ciclistas deberán bajar de la bici e ir andando junto a ella. Se podrá circular en sentido contrario siempre y cuando las condiciones de la vía lo permitan y esté debidamente señalizado». En el caso de los patinetes se aplicarían las mismas normas que las bicis.

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