Una de las citas más importantes en estas fechas en Russafa y en València es el Carnaval Intercultural, organizado por Jarit, Asociación Civil, y que en la tarde de ayer vivió su novena edición llenando las calles del barrio de color, de música y de diversidad cultural.

Uno de los objetivos de este carnaval es, precisamente, dar visibilidad a los diferentes colectivos y nacionalidades que conviven en la ciudad, los cuales exhiben parte de su cultura en este evento al que acuden, fielmente, año tras año. Tanto es así que ayer desfilaron más de 1.000 personas procedentes de 50 grupos y de gran cantidad de países.

Con salida en la calle Filipinas y llegada a Pintor Gisbert, los distintos grupos fueron desfilando al ritmo de bailes típicos, batucadas y bandas, rememorando así el carnaval de la ciudad que tenía lugar desde finales del siglo XIX hasta el fin de la II República. Un evento que combina el ambiente festivo con un carácter también satírico y crítico.