Tras su inesperado salto a la política municipal, el incansable emprendedor y hostelero Emiliano García (Requena 1956) asegura estar abrumado por los apoyos recibidos. El teléfono del dueño de Casa Montaña, de talante conciliador e innegable don de gentes, no para. «Me llaman para decirme que conmigo se reconcilian con la política y que irán a votar».
¿Qué le ha movido a dejar su exitoso negocio de hostelería para entrar en la política?
No se me había ocurrido en la vida, me lo propusieron el lunes y pedí un día para pensarlo. Soy una persona de ideas progresistas y, normalmente, votante socialista, aunque soy crítico también, no lo apruebo todo. Las cosas están mal. No puedo entender lo que ha pasado con los Presupuestos del Estado. Puede que no fueran los mejores, pero eran buenos y que no se aprueben por intereses partidistas y personales me da rabia. Tengo 63 años y toda mi vida me he implicado y cuando he podido influir lo he hecho, he tratado de hacerlo de manera ejemplar, sin pensar en mi interés, y ahora tengo la oportunidad de estar en la toma de decisiones, de implicarme y comprometerme para mejorar las cosas y rebajar la crispación. Así lo he hecho en el mundo de la empresa, que hasta ahora ha sido mi militancia, y en las patronales en las que he estado. Porque yo sigo siendo un empresario, pero un empresario que se preocupa por algo más que la cuenta de resultados.
Como concejal de Turismo en potencia, ¿qué tiene en mente para mejorar la ciudad?
Me gusta mucho el turismo pero la parte social también, aunque el turismo es más glamuroso. El sufrimiento de los demás es doloroso, pero creo que también me sentiría cómodo. Como sea, ahora voy a ver los toros desde el otro lado. Siempre he pensado en un turismo de calidad, en políticas donde se valore la calidad y no la cantidad y en la desestacionalización. Hay productos que son muy importantes para València pero ya provocan llenos completos. Hay que atraer a los que tienen algo que aportar, a los buenos. Mas de lo mismo no interesa. La ciudad tiene que aspirar a la calidad, tiene que ser referente de turismo cultural y gastronómico. No podemos llenar la ciudad de locales mediocres, sin interés, que repliquen los de otras ciudades. El que viene tiene que saber que está en València no en Londres o en Frankfurt.
¿Qué opina de los apartamentos turísticos, de la invasión de las calles y plazas por las terrazas de la hostelería, de la turismofobia...?
Las ciudades tienen que ser para los que viven en ella. Si es cómoda para los ciudadanos será atractiva para el visitante. En el tema de los apartamentos turísticos tiene que haber un control. Hay que ser muy estricto. No todo cabe. Hay que profesionalizar mucho el sector, sin quitarle nada a nadie pero persiguiendo la ilegalidad. La hostelería es un sector que levanta mucha polvareda y creo que en esto hay que buscar el interés general y hacer cumplir la ley. No podemos ir andando en fila india por las aceras porque las mesas y sillas lo invadan todo.Las calles son para andar con fluidez.
¿Y si toca hacer oposición?
La haré, por supuesto. No sabemos qué va a ocurrir. Ojala que Sandra Gómez sea alcaldesa pero si hay que hacer oposición, no hay problemas, en mi vida he sido siempre oposición [risas].
¿Le preocupa la irrupción de Vox?
Me parece lamentable que la sociedad no sea capaz de viasualizar que estamos en otra época y que hay cosas que no deberían suceder nunca. Es cierto que hay un gran desencanto en la sociedad y que tenemos que incentivar y movilizar a la gente.
¿Ve posible reeditar el tripartito?
El tripartito se hizo lo mejor que se pudo en su momento. Ahora más que nunca me gustaría que gobernase el PSPV, pero tengo buena relación con todos, con Joan Ribó, que es una magnifica persona, y con Fernando Giner [portavoz de Cs], tengo buena relación con todos, pero me gustaría que el partido socialista gobernase y si tiene que haber acuerdos que sea liderado por el PSPV.
¿Va a seguir celebrando sus famosas tertulias en Casa Montaña?
Si, mis hijos están muy involucrados con esto y respetan mis propuestas y las mejoran. No te quepa duda de que quiero que Casa Montaña siga siendo un espacio de pluralidad
