La Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa, Al Balansí, aprovechó ayer la presentación de su código ético para un ocio y turismo responsable para arremeter contra el gobierno municipal por el acoso a la hostelería y por su «incompetencia a la hora de abordar la problemática de la contaminación acústica». El problema del ruido, apuntan los hosteleros, lleva más de 20 años sin resolverse. A su juicio, el ruido y «las problemáticas asociadas al ocio nocturno son provocadas, principalmente, por las actividades ilegales carentes de regulación o sobre las que el ayuntamiento no ejerce ningún tipo de control, como el botellón, los lateros, las viviendas turísticas, las charangas nocturnas o las fiestas okupas, entre otras».

Los hosteleros advirtieron ayer de una «profunda crisis» de confianza entre las pymes del ocio y la hostelería con el Ayuntamiento de Valencia, como consecuencia del conflicto provocado por la reciente aprobación de una nueva ZAS en Valencia (en el barrio del Carmen), los recortes de las terrazas de Russafa y tras el fiasco del alcalde de la noche, un mediador entre vecinos y hosteleros que se ha ido a pique por falta de consenso político entre los socios del Govern de la Nau.

El portavoz de Al Balansí, Luis Hortelano destacó ayer que «ha llegado el momento de corresponsabilizar a la administración por su incompetencia a la hora de abordar la problemática de la contaminación acústica».

Con la presentación del Código Ético por una Hostelería y Ocio Responsable y de Calidad, el sector pretende «dignificar la actividad económica y social del ocio y el turismo frente al acoso y abandono del Ayuntamiento de Valencia». Al mismo tiempo, quieren manifestar su «frustración y malestar por la campaña de ataque contra las pymes hosteleras llevado a cabo por el Ayuntamiento de Valencia».

El código ético que incluye medidas como la dispensación responsable de alcohol y el respeto a la normativa de horarios de las terrazas y ha sido firmado por 39 de los 250 locales de ocio del barrio de Russafa. Sus promotores confían en ganar más adscripciones.

La elaboración y puesta en marcha del código ético, que busca minimizar el impacto urbano y social vinculado al ocio, forma parte de los acuerdos alcanzados por los hosteleros, los vecinos, comerciantes y espacios culturales de Russafa integrados en la Plataforma Convivir Russafa, firmantes todos del Manifiesto Ciudadano por un Ocio y Turismo Sostenible.

El código tiene por objetivo garantizar el control y cumplimiento de los horarios, la superficie de ocupación de las terrazas, la insonorización de los locales, el cuidado del mobiliario de las terrazas, la limpieza de las calles y la concienciación del público. El decálogo de compromisos y buenas prácticas promueve el compromiso social con la protección del menor; así como en la prevención de las drogodependencias, la igualdad de género, el respeto a la diversidad y la lucha contra las agresiones sexuales. Los compromisos suscritos también abordan aspectos como la manipulación de los alimentos de una manera higiénica y saludable, conocer la normativa sobre alergias.