El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de València, Ramón Vilar, se reunió ayer con cuatro nuevas empresas de movilidad compartida (Blinkee, Helbiz Spain, Movo y Hive), por lo que ya son casi una veintena de compañías de «sharing» que han llamado a las puertas del consistorio para saber cuándo se podrá solicitar la autorización para operar en la ciudad con patinetes, bicis, coches o motos de alquiler.
Nada ha cambiado en las últimas semanas. Hasta que no se apruebe la ordenanza de movilidad (que ya está en exposición pública y en periodo de alegaciones), no se podrá avanzar en esta cuestión. La ordenanza, si todo va bien, entrará en vigor a finales de abril o mayo (coincidiendo con las elecciones municipales), y tras su aprobación definitiva, el servicio de Movilidad Sostenible elaborará un documento en que el se establecerá el número de vehículos compartidos de alquiler que puede soportar la ciudad en sus diferentes modalidades. Tras esto la concejalía de Espacio Público elaborará un modelo de autorización para operar en la calle y, por último, Hacienda cobrará la pertinente tasa impositiva.
El hecho de que casi 20 empresas se hayan interesado por desplegar sus negocios de vehículos compartidos en la ciudad (que València solo aceptará si están propulsados por electricidad), demuestra el enorme interés que existe por parte del sector en la ciudad, una «oportunidad» que de momento solo están aprovechando de manera «alegal» las seis compañías de motos compartidas que ya tienen desplegada su flota en el «cap i casal».
Estas mercantiles (Muving, Blinkee, Molo, Yego, Acciona y eCooltra) dedicadas al moto sharing no pagan todavía ninguna tasa municipal por el uso del espacio público y pueden trabajar gracias a que la actual ordenanza de circulación ya regulaba cómo moverse en moto en València y sobre todo cómo se ha de aparcar. En cambio, las empresas de patinetes eléctricos sí precisan de la nueva ordenanza de movilidad, ya que hasta ahora no se regula cómo deben circular. De hecho, hay que recordar que los cientos de patinetes de particulares que se usan a diario en València se mueve también de forma «alegal», aunque la Policía Local, consciente de la próxima aprobación de la ordenanza, de momento tan solo vigila que no se incumplan aspectos básicos de circulación. La Marina quiere poner en marcha un servicio experimental con la firma Lime, que de momento aún no opera. Hay que recordar que esta mercantil fue sancionada por el Ayuntamiento y se vio obligada a retirar sus artefactos de las calles.
Bicis y coches
Las empresas de bicis podrían operar siempre y cuando no entraran en conflicto con Valenbisi y su sistema de bases, por lo que su servicio se reduciría al alquiler de ciclos con asistencia eléctrica al pedaleo. Hay que recordar que la china OFO llegó con un ambicioso plan a la ciudad para desplegar hasta 3.000 bicis convencionales, pero ha desistido ante la mala experiencia adquirida en otras capitales como Granada, donde el vandalismo se ha cebado con ellas.
Por último y por lo que respecta a los coches compartidos, las empresas también andan a la espera del informe de capacidad de flota de la Concejalía de Movilidad y posteriores acuerdos con la concejalía de Hacienda, ya que estas compañías quieren usar las plazas de estacionamiento regulado ORA para sus vehículos. La tasa por uso de la vía pública podría situarse entre los 20 y 30 euros al mes por vehículo, según las estimaciones de Hacienda.
