Los radares fijos de la ciudad de València ya han cumplido sus dos primeras semanas de funcionamiernto y al menos uno de ellos está registrando cifras muy relevantes. Mientras que el de la avenida del Cid ha puesto 129 sanciones por exceso de velocidad, el de Pío XII ha disparado esa cifra hasta las 1.638 multas, lo que sale a una media de 127 sanciones al día, más de cinco a la hora, o una cada diez minutos. La explicación es la evada media de velocidad que se registra en la entrada por la Pista de Ademuz, que es de 86 kilómetros por hora a la altura del túnel donde está colocado el aparato. La cercanía de zonas de ocio hace el resto.

Los radares fijos de València comenzaron a funcionar el pasado 8 de febrero en cuatro puntos, que son los pasos inferiores de la avenida del Cid, Pío XII, Hermanos Machado (Ronda Norte) y autopista de El Saler. No obstante, para estos cuatro puntos fijos solo hay dos aparatos que irán rotando a criterio de la Policía Local de València.

Para empezar, se han elegido los puntos fijos de la avenida del Cid y de Pío XII. Y los resultados son muy dispares. Según ha podido saber Levante-EMV, entre el 8 y el 20 de febrero el cinemómetro de la avenida del Cid ha detectado 129 infracciones por exceso de velocidad, una cifra que, según las fuentes, se acerca a la media estimada por la policía. Sin embargo, el de Pío XII aroja unos datos mucho más abultados. En este mismo periodo (13 días), ha detectado 1.638 infracciones por exceso de velocidad.

Velocidad media

El motivo de tan elevada cifra podría estar en la alta velocidad media que se registra en la entrada a València por la Pista de Ademuz, que a la altura del túnel es de 86 kilómetros por hora. Se han detectado incluso vehículos a 140 por hora, según las fuentes. En la avenida del Cid, sin embargo, la velocidad media es de 76 kilómetros por hora, 10 menos que en Pío XII.

La diferencia en la intensidad de tráfico y el hecho de que la Pista de Ademuz concentre más zonas de ocio son algunas de las causas que explicarían este fenómeno.

La Policía Local de València seleccionó cuatro puntos de la ciudad para colocar los radares atendiendo a las medias de velocidad y la sinistralidad de cada uno de ellos, cuestiones que generalmente van de la mano. Y finalmente la instalación concreta fue la avenida del Cid, sentido de entrada; la entrada por el túnel de la autopista de El Saler; en la Ronda Norte, sentido hacia el mar; y en Cortes Valencianas-Pío XII, sentido de entrada.

Las multas previstas son importantes, situándose entre los 750 y los 3.000 euros dependiendo de la gravedad de la sanción. La multa máxima se aplicaría cuando un vehículo doble la velocidad permitida en el casco urbano, que es de 50 kilómetros por hora.