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Una prueba de veracidad que suspende el cáliz de León

El test de Laplace confirma que la copa valenciana es en un 99% auténtica, y la de doña Urraca solo en un 33%

Al margen de la tesis doctoral sobre el cáliz de València, la investigadora valenciana Ana Mafé ha querido someter el Santo Cáliz a una prueba de veracidad, la regla de Laplace (1939), un barómetro científico de probabilidad, donde ha analizado las cuestiones técnicas que debería cumplir el Santo Cáliz, en base a los preceptos judíos del siglo I y a la tradición que sustenta a cada una de las supuestas copas que se han sometido a dicha prueba.

Según esta prueba, el cáliz de Valencia cumpliría el 99,9% de los requisitos, mientras que el porcentaje para el cáliz de doña Urraca de León, el competidor más serio que podría tener la copa valenciana, es de solo el 33%.

La tradición cuenta que San Pedro llevó el cáliz de València desde Jerusalén, lugar en el que tuvo lugar la Última Cena, a Roma para usarla en la eucaristía. Para salvar el Santo Cáliz de la persecución católica del emperador Valeriano en el siglo III, se decidió enviarla a Huesca. Después de haber sido trasladado por varios puntos de España en diferentes ocasiones, el cáliz llegó a València en 1416 tras la subida al trono de Alfonso el Magnánimo como pago de una deuda.Durante la Guerra Civil, el Santo Cáliz permaneció oculto en el pueblo de Carlet ante el miedo de un posible robo. La venerada reliquia se custodia desde hace años, en una urna de cristal blindado, en la Catedral, donde recibe miles de visitas.

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