La de Elisabeth Eidenbenz es la historia de una heroína de carne y hueso que ayuda a reconciliarse con el ser humano y que el nuevo espacio para la memoria histórica creado por la Concejalía de Cultura en el refugio antiaéreo de Serranos brinda la ocasión de conocer. Eidenbenz, cuya vida ha sido llevada al cine en «La Luz de Elna», fue una maestra suiza que llegó a España con 23 años formando parte de la «Asociación de Ayuda Suiza con los niños de la Guerra Civil», organización que durante años tuvo su sede en Burjassot. Tras la contienda, Eidenbenz siguió ayudando a los refugiados que huyeron a Francia creando en 1939 una maternidad en un palacete modernista deshabitado donde salvó de la miseria y una muerte casi segura cientos de niños y madres gestantes que se hacinaban en los campos de internamiento habilitados en la costa sur francesa, como el de Argelés y Saint Cyprièn.
Las condiciones de los campos de refugiados a los que llegaron en su huida de la represión medio millón de españoles republicanos (y a partir de 1940 miles de judios tras el estallido de la Segunda Mundial) era penosa, sobre todo al principio: sin barracones ni letrinas, los refugiados dormían a la intemperie y apenas tenían comida. Las mujeres,entre las que había embarazadas, parían en la arena de la playa sin condiciones sanitarias mínimas o en cuadras de los militares franceses, en el mejor de los casos. El 90% de los bebés moría, muchos por hipotermia y hambre.
En este contexto, Elisabeth Eidenbenz fundó una maternidad en Elna, cerca de Perpiñán y de los campos de internamiento donde trasladó a las madres y a sus hijos, y que se convirtió en un refugio y una auténtica república de mujeres, donde muchas recuperaron su dignidad. La maternidad estuvo operativa hasta 1944, para caer más tarde en el olvido hasta que en 2013 el gobierno francés lo recuperó, declarándolo monumento nacional.
En la exposición de Serranos puede verse el acta de nacimiento de Rosario Alfonso, hija de Rosario Ortells y Antonio Alfonso, un matrimonio de Onda huido a Francia, que nació el 20 de enero de 1943 en la maternidad de Elna. Su sobrino y arqueólogo, Ximo Alfonso, lleva años investigando y recopilando información de sus abuelos, un guardia de asalto republicano y una sindicalista que llegó a ser enfermera de la maternidad, que tuvieron que exiliarse tras la guerra y que no pudieron volver a Valencia hasta 1955.
Tras la guerra, Elisabeth Eidenbenz, que falleció en Zurich en 2011, volvió a su vida civil y al anonimato hasta que uno de los niños de la maternidad de Elna rescató su historia del olvido. Eidenbenz, que cambiaba los nombres de los bebes judíos para evitar que la Gestapo se los llevara, recibió ya anciana varias condecoraciones, entre ellas, la Cruz de Oro de manos de la Reina Sofía.
