Los excesos de las fiestas nocturnas falleras han vuelto a repercutir, un año más, en los vecinos y vecinas de València, sobre todo, en los de los distritos que suelen aglutinar más cantidad de personas como l'Eixample o Ciutat Vella. En este sentido, la coordinadora vecinal de esta última lamentaba ayer que ya se habían reunido con Joan Ribó hace meses y habían reclamado medidas necesarias ante la previsión de grandes aglomeraciones de personas. Entre ellas, sobre todo, estaba duplicar o triplicar los servicios de limpieza durante estas fechas. Una medida que plantean que se extienda también durante todo el año porque «lo que más nos molesta es la suciedad, hay zonas como la plaça del Tossal, donde es perpetua», explica.

Como denuncia la presidenta de la coordinadora, Trini Piquer «nadie nos hizo caso entonces» por lo que la coordinadora carga a la administración pública competente con las responsabilidades acaecidas en forma de grandes cantidades de basura, que estaban presentes incluso pasadas las 12 del mediodía del día siguiente, así como a los desperfectos generados en fachadas y también en edificios protegidos, sin olvidar los fuertes olores provocados por los orines en todo el entorno de la Lonja.

Piquer tilda de «escandaloso» lo que se podía ver cada mañana en Ciutat Vella y asegura que «no se podía ni abrir las ventanas del olor a orín que subía de la calle».

Ella recuerda que es algo que «ya se veía venir» porque se venía produciendo, cada vez con más intensidad, durante los últimos años, pero lamenta que nadie hizo nada para evitarlo. Y matiza que aquí viven «unos 26.000 vecinos y vecinas», pero que cada vez son menos por que muchos se están marchando por excesos como estos, así como por otros problemas, relacionados también con el turismo, como son la subida de alquileres debido al incremento de los apartamentos turísticos. «Al final nosotros somos los que votamos, pero no se nos tiene en cuenta».

Sobre las palabras del viernes del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, en el que decía que en próximos años se podrían eliminar algunas de estas verbenas porque «hay imágenes que no se pueden repetir» refiriéndose precisamente a lo que pasó en las del Mercado Central o Plaza de Brujas, muestra su incredulidad y matiza «cuando ya no sea periodo electoral se plantearán quitar lo que sea, pero ahora tenían que quedar bien con todo el mundo, especialmente con el «lobby fallero». Y añade que los casales falleros deberían contar todos con sus propios servicios sanitarios. Argumento que le sirve para poner otro sector en la picota, el de los bares, pues, para ella «los baños de muchos de ellos no cumplen con las mínimas condiciones sanitarias», lamenta.

Ella indica que nadie está en contra de una fiesta tan arraigada, y que es Patrimonio de la Humanidad, como son las Fallas: «Son nuestras fiestas, son tradición y muy bonitas, pero hay que mantenerlas con seriedad. Está muy bien que haya fiesta en todos los barrios, pero hay que ordenarlas y regularlas más desde el ayuntamiento». A lo que añade que su sensación es que Ribó «no supo sentar al grupo de concejales que tiene a su alrededor» para coordinar bien este tipo de cuestiones.

Otra medida que plantean desde la coordinadora es implantar una tasa turística con la cual poder afrontar estos gastos extra de limpieza, y que sirva también para proteger y cuidar los edificios patrimoniales.