El Consell Valencià de Cultura cuestiona el plan especial del Cabanyal, impulsado por el gobierno municipal tripartito como alternativa al plan de la prolongación de Blasco Ibáñez. El órgano consultivo, al que el ayuntamiento remitió el documento para su análisis tras la aprobación inicial, realiza una serie de «reflexiones y observaciones», entre las que destaca la falta de potencia y preeminencia del futuro hotel de 15 alturas previsto en Eugenia Viñes, en el ámbito del frustrado proyecto de las piscinas olímpicas. El informe ha sido elaborado por comisión de legado histórico del órgano consultivo, presidida por el arquitecto y ex concejal socialista en el ayuntamiento, Vicente González Móstoles, y confía en que las aportaciones sean tenidas en cuentas en la versión final del documento con el objetivo de «aportar mayor coherencia en la ordenación urbana» de este barrio y conjunto histórico.

El Consell de Cultura, que ayer se reunió en Alicante, dio el visto bueno al informe sobre el plan del Cabanyal en una votación en la que se ausentaron por motivos de incompatibilidad de intereses el arquitecto José María Lozano y Ascensió Figueres, al haber estado implicados en el anterior y derogado plan del Cabanyal.

El informe se centra en cuestiones patrimoniales, la ordenación urbana y la solución de enlace con la ciudad del nuevo plan sin derribos redactado por los urbanistas Gerardo Roger y Luis Casado, que prevé la construcción de 800 viviendas en tres unidades de ejecución ubicadas frente al mar, en Eugenia Viñes y Doctor Lluch.

El pleno del ayuntamiento acordó el 31 de enero solicitar informe a diversas entidades, entre ellas al CVC. Las fuentes de la concejalía de Urbanismo consultadas restaron importancia a las críticas del Consell y apuntaron que son matices «menores» que ya se han enmendado, como las alturas en Doctor Lluch y Eugenia Viñes (que se rebajarán de cinco a tres) y otras se podrán cambiar, como la referida ala edificación anexa a los bloques portuarios.

El CVC centra su análisis en las nuevas unidades de ejecución y se refiere al hotel previsto en Eugenia Viñes, a modo de hito, en el encuentro con la Marina de València y la fachada marítima. El edificio, dice el informe, «previsto sobre plataforma de escasa potencia contrasta» con las alturas del entorno, sin duda por considerarlo un hito visual ubicado en un lugar único, sin embargo, «la inmediatez de un gran equipamiento, de uso por definir, y varios bloques laminares de vivienda tal vez le resten la preeminencia visual que se le debe suponer a un hito urbano».

El Consell entiende que al plan le falta coherencia y orden y en general las nuevas edificaciones previstas «ofuscan el paisaje urbano», como los bloques de cinco alturas previstos a los lados del histórico chalé de Demetrio Ribes. El informe critica el exceso de vivienda en bloque lineal, siendo más «deseable» la tipología de «vivienda pasante».