Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Costas

La renovación de los chiringuitos de la Malva-rosa se aplaza a 2020

Costas pone objeciones a los proyectos, afirman los hosteleros, que deberán invertir 5,6 millones

Figuración de los chiringuitos del paseo Marítimo, en la playa de la Malva-rosa, con su nueva imagen a. v.

La remodelación de los chiringuitos de la playa de la Malva-rosa, encaminada a reducir su impacto visual y unificar su estética, se eterniza. Fuentes de la Asociación Profesional de Hostelería Playa de la Malva-Rosa (Apholema) aseguraron ayer a este diario que la Demarcación de Costas (dependiente del Ministerio de Medio Ambiente) no ha dado todavía el visto bueno definitivo a los proyectos para la renovación de los 14 chiringuitos que desde hace décadas funcionan, en régimen de concesión, en esta concurrida y popular playa urbana. Los técnicos de Costas han hecho varias «observaciones» al proyecto que ha presentado el arquitecto de los hosteleros y mientras no se resuelvan, estos no pedirán licencia de obras. Aun en el caso de que Costas diera ya el visto bueno definitivo, los hosteleros apuntan que no iniciarán la remodelación de los locales este año con la temporada de verano a la vuelta de la esquina. En todo caso, aseguran se impulsaría ya en 2020.

La reforma se aplaza así al menos otro año. La remodelación de los chiringuitos, de los está previsto eliminar la cubierta ondulada actual sustituyéndola por una terraza pisable de aspecto más liviano, fue la respuesta de los hostelero al recorte de las terrazas al que se vieron obligados en 2010 por exigencia de Costas.

La asociación de hosteleros de la Malva-rosa, apoyados por el ayuntamiento, impulsaron la remodelación de los locales con objeto de mejorar su imagen y no ver mermada la actividad de estos restaurantes de ubicación privilegiada en primera línea de playa. Los restaurantes de la playa de la Malva-rosa datan de principios de los 90 y la idea de los hosteleros, que no terminan de llevar adelante y que requiere una inversión estimada de 5,6 millones de euros, es darles un aire más moderno y mejorar su integración con el entorno.

Una mejora ambiental que iría en sintonía con la alegación que han presentado sus vecinos, los hosteleros de la avenida de Neptuno, al plan especial del Cabanyal para impulsar la remodelación y ampliación del paseo marítimo mediante una intervención «blanda» que reduzca obra dura y que incluso podría recrear el paisaje de dunas.

El rediseño arquitectónico de los chiringuitos al que Costas dio luz verde hace tres años cambia el hormigón y la cubierta ondulada, de estética algo obsoleta, del primer piso de los restaurantes por unas terrazas abiertas. La obra requeriría, según se publicó en su momento, una inversión media por local de 400.000 euros.

Tras un periodo de incertidumbre el futuro de los locales de la Malva-rosa quedó resuelto en 2016 cuando la Dirección General de Costas prorrogó la concesión para la actividad de los restaurantes en la playa de la Malva-rosa por un periodo de 24 años, estos es hasta 2040.

El Gobierno respetaba así los derechos adquiridos por los restaurantes y permitía la continuidad de las concesiones existentes. El Ayuntamiento de València por su parte trasladó ayer la responsabilidad de la reforma de los chiringuitos al Ministerio de Medio Ambiente. La concejalía de Actividades, a la que le correspondería dar la licencia de obras para estos negocios, todavía no ha recibido la solicitud de por parte de los hosteleros.

Compartir el artículo

stats