Si lo que se pretendía era evitar un problema de orden público, las Paellas Universitarias de València 2019 pueden acabar precisamente en eso. Apenas 24 horas antes de su celebración en el Multiespai la Punta, recinto privado de la pedanía, la delegación de Actividades del Ayuntamiento de València decidió suspenderlas por la proximidad de unas vías de tren, estar en huerta protegida y no tener un informe sobre contaminación acústica, cuestiones que no se habían valorado en ediciones anteriores. Pese a la desautorización, la empresa organizadora mantiene el evento y prevé que los 25.000 jóvenes que tenían comprada su entrada puedan disfrutar del espectáculo. Según ha podido saber este periódico, su intención es presentar un recurso esta mañana en el juzgado y de esa manera dar comienzo a la fiesta sin que la policía pueda evitarlo. Y si luego se confirma la prohibición, la fiesta ya no podría pararse. Se enfrentarían, eso sí, a una posible multa de hasta 300.000 euros.

Desde primera hora de este viernes 12 de abril, han comenzado a llegar jóvenes al recinto y acceder al mismo, situado enel barrio de La Punta, ante la presencia policial.

Desde que el ayuntamiento de Moncada decidió desautorizar las paellas en su municipio, la presión se desplazó a València, donde la organización también había pedido permiso como plan B y donde ya se celebraron dos veces en los años 2015 y 2016. La patata caliente estaba en manos del Ayuntamiento de València, que tenía que autorizar un evento con muchas aristas.

De hecho, la asociación de vecinos de la Punta, lugar donde se encuentra el recinto privado elegido para las paellas, montó en cólera y pidió que se desautorizara el evento en base a las molestias de todo tipo que habían generado en años anteriores. Su presidente, Vicente Romeu, llegó a calificar a los asistentes como «manada desbocada de búfalos» que «practican sexo en la calle», término que luego rectificó para llamarlos «ñus». El alcalde pedáneo, Ignaci Vázquez, también se alineó con los vecinos en sus reclamaciones.

Del otro lado, el alcalde de València, Joan Ribó, confirmó que se estaban tramitando los informes y se mostró partidario de buscar una solución para no dejar colgadas a 25.000 personas que ya habían comprado su entrada. Dijo incluso que no todos los vecinos de la Punta estaban en contra.

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Montaje de los escenarios de las Paellas Universitarias en la Punta

Ayer por la mañana, sin embargo, el alcalde, Joan Ribó, avanzó que los informes recabados por el Ayuntamiento no estaban siendo favorables y poco después se clarificó todo. La Delegación de Actividades determinó que las paellas no se podían hacer en la Punta. Según el departamento que dirige el concejal Carlos Galiana, había tres problemas: la proximidad de unas vías de tren, la ubicación del recinto en huerta protegida y la carencia de un informe de contaminación acústica por parte de la organización. Ribó apuntó después que seguir adelante con las paellas supondría contravenir la ley y «prevaricar».

Estas cuestiones no habían sido obstáculo en años anteriores, pero en esta ocasión fueron determinantes. Y todo ello también pese que la Policía Local de València había informado favorablemente sobre el evento y, tras entrevistarse con los organizadores, ya tenía preparado el dispositivo de seguridad en el exterior y en los accesos al recinto.

Nueva estrategia

Todas estas circunstancias hicieron que la organización de las Paellas Universitarias 2019 expresara su sorpresa y su indignación. Su portavoz dijo estar «perplejo» por la decisión del ayuntamiento a falta de 24 horas para el evento y sin posibilidad de cambiar de lugar por falta de tiempo para un nuevo montaje.

En su opinión, todo está correcto. En una nota de prensa precisaron que disponían de un dispositivo de 400 profesionales entre los que hay un equipo de seguridad de 275 personas, dos hospitales de campaña y nueve salidas de emergencia. Y se mostró dispuesto a cambiar o introducir nuevas medidas si así se lo requería el consistorio. Es más, temen que la prohibición del evento genere múltiples botellones por toda la ciudad, como ya ocurrió también en una ocasión anterior.

Por todo ello, los organizadores de las paellas universitarias de València 2019 esta mañana presentarán un recurso para de esa manera sortear la prohibición y ofrecer el espectáculo. Las fuentes aseguran, eso sí, que luego podrían ser sancionados.