La Asociación Vecinal de Benimaclet vio esta semana cómo varios trabajadores cortaban una decena de árboles en el entorno del edificio protegido conocido como «La Patatera». Ellos denuncian que hace ahora unos dos años, cuando el supermercado Consum llegó a un acuerdo de alquiler con los propietarios, se reunieron con ellos y les aseguraron que se iba a respetar el arbolado. Es más, llevaron a cabo un alegación ante la concejalía de Parques y Jardines para que estos árboles, algunos de ellos de gran valor, se mantuvieran o, al menos, fueran trasplantados a algún otro lugar del barrio. Ellos afirman que la concejalía aceptó su alegación y cuentan con el documento que así lo acredita. No obstante, todos los árboles ya han sido talados por lo que los vecinos muestran su indignación y su incomprensión con lo sucedido.

Ellos avanzan que no van a interponer una denuncia, pero que sí acudirán mañana a la concejalía para preguntar qué es lo que ha sucedido, pues para ellos el supermercado «ha cometido un error y ha desatendido los buenos sentimientos y motivaciones de la entidad vecinal».

El edificio, situado en la calle Emilio Baró, y construido a inicios del siglo XX, está incluido en el catálogo de edificios protegidos del Plan General de 1988. Está catalogado como de uso terciario, por lo que la instalación en el mismo de un supermercado sí cumpliría con esta función, aunque en su rehabilitación hay que respetar tanto su estructura original como su fachada.

En sus orígenes fue una almacén agrícola, de ahí el sobrenombre de «La Patatera». Aunque es más conocido por haber albergado en los años 90 la discoteca Pacha, así como la sala de conciertos Auditorium Arena, que cerró a finales de aquella década. Desde entonces, estaba en desuso, hasta que Consum decidió alquilarlo hace ahora ya dos años.