La candidata a la alcaldía María Oliver ha presentado las alegaciones de Podem al Plan Especial del Cabanyal (PEC) esta mañana, tras reunirse con los colectivos del barrio que están impulsando alegaciones al plan la semana pasada. "Desde Podem compartimos la preocupación respecto a la proliferación de alquileres turísticos en el barrio, la limitación de alturas para las edificaciones y el rechazo al futuro hotel de quince plantas", dicen.

Podem ha presentado alegaciones al PEC esta mañana en el registro del ayuntamiento. La semana pasada, la candidatura de María Oliver se reunió con los principales colectivos del Cabanyal que han trabajado alegaciones al Plan Especial del Cabanyal.

En sus alegaciones, Podem plantea que el alquiler turístico en el Cabañal no supere el 10% en toda la zona de aplicación del PEC. Es decir, se plantea una limitación al 10% en cada edificación/manzana y el mismo límite para el total del barrio.

Podem comparte las objeciones vecinales que señalan el incumplimiento de los principios de ocupación racional del suelo (LOTUP) y de los objetivos del PEC mismo. "El PEC no prioriza la rehabilitación frente a la nueva construcción; los edificios proyectados no respetan y preservan el paisaje del barrio; diseña zonas verdes insuficientes e incoherentes con la historia de la zona; y, a pesar de nombrarlo, no adopta medidas eficaces contra la turistificación y la gentrificación".

En sus alegaciones consideran inapropiado que en el PEC, pese a que se marca como objetivo combatir la gentrificación, sus medidas no van encaminadas a atenuar ese proceso sino a agravarlo. Podem también coincide con las alegaciones vecinales en mostrar como innecesario y con un impacto paisajístico y ambiental negativo, el hotel de 15 plantas proyectado en el llamado PAI Piscinas.

Las infraestructuras verdes son el principal instrumento urbanístico para combatir los efectos del cambio climático, opinan. No obstante, "el tipo de zonas verdes que plantea el plan se han diseñado obviando los efectos del cambio climático como son el aumento de la temperatura (y las consecuentes islas de calor en la ciudad) y las sequías y con escasa coherencia con la trama urbana del barrio, al incorporar edificios en altura en forma de muro que impiden la entrada de brisas marinas. También se contabilizan rotondas como zonas verdes y elementos urbanos de escaso valor medioambiental e inaccesibles para el vecindario. Esta circunstancia sumada al aumento de población previsto implicaría una reducción considerable de zona verde por habitante al barrio, muy por debajo de los estándares mínimos recomendables", explican.