El crecimiento del uso de la bicicleta y el patinete está siendo verdaderamente significativo en València. Hace unos días se daba a conocer un estudio a nivel nacional que situaba al «cap i casal» como la segunda ciudad de España con mayor uso de este modo de transporte sostenible, tan solo superada por Sevilla, y con un porcentaje que rondaba el 16 por ciento de la población, según la V Radiografía de los Hábitos de Movilidad de los Españoles, realizada por el Foro de Movilidad de Alphabet.
Este estudio no hablaba de reparto modal (que es más bajo), sino del número de vecinos que usaban la bici para desplazarse, sin especificar si era habitualmente u ocasionalmente. Con todo, un 16 por ciento es una cifra muy elevada y que, de confirmarse en una encuesta de movilidad con una muestra más amplia, constataría un revolucionario salto en el movilidad de la ciudad.
Lo que sí es un indicador fiel y potente es la intensidad media diaria (IMD) que registra la red ciclista de la ciudad, formada ya 156 kilómetros de carriles bici y 45 de ciclocalles. La mejora de la infraestructura y la conexión de itinerarios troncales ha permitido multiplicar de manera espectacular el uso de la bicicleta y el patinete en València.
No hay mes en que no se superen las cifras registradas hace un año, pero en marzo se produjo un hecho especialmente significativo. Por primera vez en la historia de la ciudad un punto de la red ciclista superó los 5.000 pasos de media diaria. Se trata de la espira situada en la plaza de toros, que marcó el máximo histórico de 5.004 desplazamientos de intensidad media diaria.
Este punto en concreto de la plaza de toros experimentó una variación interanual positiva de un 66,6 por ciento, mientras que la media en todo el Anell Ciclista fue del 51,92 por ciento. El aumento tan significativo en el tramo situado frente al coso taurino se debe a la reciente apertura de los carriles bici de la calle Alicante y, sobre todo, de la calle Russafa, que conectan aquel barrio con Ciutat Vella.
En la calle Alicante, donde no existía carril bici el año pasado, ya circulan diariamente 2.050 bicicletas y patinetes, mientras que en la calle Russafa fueron en marzo 1.933 desplazamientos diarios, cifras que colocan a ambos tramos entre los más usados de toda la red. La entrada en escena de estos nuevos viales también ha supuesto una mejora de los desplazamientos en los barrios que antes estaban desconectados. Por ejemplo, en la calle Cuba de Russafa aumentó el tránsito sostenible un 69 por ciento.
En total, la red ciclista de la ciudad experimentó en marzo un crecimiento del 41,59 %, y prácticamente todos los tramos aumentaron en número de desplazamientos de bicicletas y patinetes. En puentes como el de la Exposició la cifra se dobló en un año, con una subida del 102,78 por ciento, o el Pont de les Arts, con un 94,6 por ciento más de usuarios.
A pesar de que la construcción de nuevos carriles bici se ha convertido en casi el principal argumento de la oposición al gobierno de Ribó, los datos demuestran que solo han crecido en este mandato de un 26,2 por ciento, pasando de 123 km de la época del PP a 156 km con el Govern de la Nau. Las ciclocalles ha crecido un 45 %, de 31 km a 45 km en este mandato.
