El de ayer quedará marcado en la historia de Benimàmet como el día en que el pleno del Ayuntamiento de València decidió por unanimidad activar el proceso para la declaración de esta pedanía como Entidad Local Menor y recuperar cotas de autogobierno que no conocía desde su anexión en 1882. Comienza aquí un proceso que aún será largo y complicado, pero que, dado el grado de complicidad de todos los partidos, puede llegar a buen puerto más allá de hipotéticos cambios de gobierno.
Dos décadas ha necesitado el Ayuntamiento de València para llegar a este punto. A principios de siglo, una comisión promotora del nuevo municipio de Benimàmet inicio la vía judicial para la segregación del pueblo. Pero el Tribunal Supremo la desestimó, dejando en el aire la opción de la Entidad Local Menor.
Luego, en 2008, el militante de Esquerra Unida, José Simón, presentó nueva documentación pidiendo la declaración de Entidad Local Menor, expediente que nunca fue resuelto o cerrado.
Y ha sido ahora cuando el alcalde pedáneo de Benimàmet, el socialista José Melgares, tal como anunció en su primera entrevista con Levante-EMV, el que le ha dado el impulso final.
El problema estaba en la ley de 2013 que bloquea las entidades locales menores, pero finalmente se comprobó que aquel expediente de 2008 seguía abierto y podía seguir adelante sorteando leyes posteriores, cosa que ha hecho hasta el final la concejala de Pobles del Ayuntamiento de València, Consol Castillo, de Compromís. Y ayer la propia Consol Castillo, en su pleno de despedida, aprobó la tramitación de la declaración de Entidad Local Menor para Benimàmet.
Los vecinos hablan
Antes del debate tomaron la palabra los vecinos. Carmen Varea, presidenta de la Asociación de Vecinos, pidió que nadie «ponga palos en la rueda» de esta declaración, mientras que el propio alcalde pedáneo, haciendo uso del espacio cedido por la Asociación Cultural Plaza de la Tienda, agradeció al equipo de Gobierno el impulso a esta medida.
Melgares recordó que Benimàmet es la mayor población de València, que está alejada del casco urbano, rodeada de huerta y pegada a otras poblaciones independientes. Y lamentó que sea también la que menor renta tiene y mayores tasas de desempleo, cuestiones que la Entidad Local Menor -que permite a la localidad tener alcalde propio y presupuestos propios- ayudaría a mejorar.
Finalmente, Blas García, impulsor de la primera petición de segregación, recordó que llevan 22 años defendiendo a los vecinos y reivindicó la vigencia de su expediente en lo que a entidad local se refiere.
A partir de ahí el debate político fue breve. Todo se había pactado con anterioridad, como admitió el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés. Solo el edil del PP Cristóbal Grau, se lanzó al ruedo para afear al equipo de Gobierno que no hubieran explicado suficientemente a la población este proceso y «sigan hinchando el globo». Advirtió Grau que esto es solo el comienzo de un proceso al que los vecinos tienen que darle su visto bueno, por lo que pidió prudencia e información.
Y eso es lo que garantizó Consol Castillo. «Será lo que diga la población de Benimàmet», explicó la concejala de Compromís, quien anunció que ahora se pondrá en marcha un proceso con arreglo a la normativa de 1985, que es la vigente para el expediente de 2008 al que se han acogido.
Eso significa que habrá un proceso de información pública, alegaciones, informe del ayuntamiento y traslado a la administración autonómica para su aprobación definitiva. «Queda mucho por hacer, pero se ha abierto una puerta después de muchos años de abandono», concluyó la concejala.
