El enclave de la Devesa completa la recuperación de su itinerario más histórico, el de la Gola del Pujol, a dos semanas escasas para que l’Albufera concentre todas las miradas con motivo de la Conferencia Living Lakes. Un encuentro mundial que reunirá a expertos de 40 países para abordar la conservación de humedales como el valenciano, un ejemplo de recuperación de biodiversidad en los últimos años. Y de inclusión. La ruta ahora restaurada discurre a lo largo de 800 metros, en un recorrido entre las compuertas que regulan el nivel del agua en el lago de l’Albufera hasta el cruce con el Camí Vell de la Devesa, en los alrededores de l’Estany del Pujol. Un proyecto que permite ganar en accesibilidad a un espacio público de enorme valor ambiental y paisajístico, para abrirlo a toda la ciudadanía. La pasarela mantiene su trazado original, aunque se ha sustituido el firme, el mobiliario y la señalización.

Al nuevo camino, más ancho, y con zócalo a ambos lados se suman siete zonas de descanso, con puntos de información táctil en relieve, así como indicaciones en macrocaracteres contrastados y en sistema braille. El acceso de entrada a la ruta se ha acondicionado desde el vial con reserva en la calzada de un espacio para dos plazas de coches y un autobús para personas con diversidad funcional. Una actuación que se licitó por 435.007,10 euros. «Avanzamos para que las personas con movilidad reducida y diversidad funcional puedan disfrutar también de la naturaleza y de nuestro bosque», señala ahora el edil de Devesa-l’Albufera, Sergi Campillo, ya concluidas las obras.

El itinerario de la Gola del Pujol, que se abrirá en breve, será una fuente de recursos para el Ayuntamiento de València, ya que además de ser un proyecto con una parte social y otra medioambiental, también tiene una variante económica, porque tenemos el convencimiento de que atraerá visitantes de fuera de València y generará ingresos».

Conservación y mantenimiento

Los trabajos para dotar de accesibilidad los itinerarios visitables se suman a todas las medidas de conservación y mantenimiento que periódicamente se llevan a cabo como el drenaje y limpieza de canales y acequias del lago, o la reconstrucción de las motas del Carreró del Saler, en las que el personal de Devesa-Albufera juega un papel fundamental, tal como recuerda Campillo. Todas las actuaciones ambientales y paisajísticas persiguen la conservación del estado ecológico de este enclave húmedo, que redunda en los cultivos, los acuíferos y las construcciones, pero que también actúa como sumidero de las emisiones de carbono y neutraliza el efecto de temporales como el de la última semana. Un ejemplo de reversión en la degradación que sufría del que han tomado ya nota países como Sri Lanka, China, Filipinas, República Dominicana o Senegal.

«València está apostando claramente por la sostenibilidad, y el Parc Natural de l’Albufera es uno de los ejes importantes en esta estrategia de ciudad que pretende avanzar hacia una reconexión con los espacios naturales», comentaba Campillo en la presentación de la décimoquinta edición de la Conferencia «Living Lakes».