La Federación de Asociaciones de Vecinos de València ha incluido en sus alegaciones al nuevo Reglamento de la EMT reparos a las bicicletas y patinetes dentro de los autobuses, así como la petición de más marquesinas con asientos, información para las personas con movilidad reducida o que el aire acondicionado no quede a criterio del conductor.
El nuevo reglamento de la EMT se encuentra en fase de exposición pública y los representantes vecinales han querido reformar algunos de los artículos que más directamente afectan a los usuarios y a su bienestar dentro y fuera de los autobuses.
Uno de ellos hace referencia a la entrada de bicis y patinetes dentro de los vehículos, una de las novedades de este documento. El texto original permite el acceso de maletas de mano, bultos, carros de compra, coches de bebé, bicicletas y patinetes siempre que el conductor no lo considere inconveniente por el número de personas que haya en el interior o por otros motivos que él considere oportunos.
La Federación de Vecinos propone, sin embargo, una reforma que precise que «en el caso de las bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes, principalmente) se habilitarán unos horarios concretos en los que se autorizará su acceso al autobús, salvo que bajo criterio del conductor dentro de esos horarios haya un excesivo número de viajeros».
Otras de las cuestiones que preocupan a los vecinos y que tienen que ver también con la potestad del conductor es el del aire acondicionado, que actualmente se pone a criterio de este y que no siempre es del agrado de los usuarios o al menos de una mayoría de ellos.
En su alegación, la Federación de Vecinos considera que «deberían establecerse unos criterios objetivos en función de la climatología de cada época del año, para que la interpretación no quedara bajo el criterio subjetivo del conductor, sino que su aplicación quedara expresamente regulada».
Normas para el exterior
Para el exterior de los autobuses, los vecinos también tienen propuestas. Una de las más importantes es la necesidad de instalar «marquesinas con asientos en aquellas aceras o espacios públicos que reúnan las condiciones mínimas para la ubicación de las mismas». El objetivo es mejorar las condiciones de los usuarios durante la espera, dicen.
Y también para las personas con movilidad reducida piden una normativa más acorde a sus necesidades. Proponen, por ejemplo, que se informe previamente a las personas con diversidad funcional cuando por obras o cualquier otro motivo se altere el trayecto de los autobuses.
Así mismo, proponen que los vehículos tengan «validadoras adaptadas a las personas con movilidad reducida, que deberían ubicarse -precisan- en el lugar más cercano a las entradas de las puertas de acceso que cuenten con rampas».
Finalmente, exigen que las paradas cumplan con todo lo dispuesto en la normativa de accesibilidad.
