En el primer cuatrimestre de 2019 han visitado el Ayuntamiento de València y el balcón municipal 43.349 personas, un 8 por ciento más que el periodo anterior. El año ha empezado con unas cifras contabilizadas superiores a las del año anterior, ya que en enero y febrero se han registrado 9.642 y 10.531 personas respectivamente, frente a las 9.449 y 8.545 que visitaron el consistorio durante 2018.
Por otra parte, en marzo y abril de este año se han contabilizado 5.501 y 17.675 personas respectivamente, mientras que el año anterior se acercaron a conocer el Consistorio 6.912 y 15.121, aunque en este recuento se tiene que tener en cuenta que en marzo las visitas del balcón se cierran con motivo de las Fallas.
Los datos interanuales de asistencia a museos y monumentos de la ciudad demuestran que el balcón consistorial es uno de los de más éxito. Así, supera al cabo del año a museos como el Faller, Museu de la Setmana Santa Marinera o el Museu del Corpus-Casa de les Roques, que entre los tres alcanzaron 193.314 visitas en 2018, mientras que el balcón superó él solo lo 155.000 el pasado año. Su récord está en 169.212 personas (2017).
El monumento más visitado en la ciudad sigue siendo la Llotja, que el año pasado alcanzó la cifra de 598.767 visitas.
El aumento comparativo de visitantes al balcón es algo que satisface especialmente al alcalde Joan Ribó, impulsor de su apertura: «La respuesta ciudadana, día tras día, mes tras mes, y año tras año, ha sido creciente. Es un indicador de que nuestros vecinos deseaban y desean poder conocer de cerca los lugares donde se ejerce la democracia participativa, como es el Hemiciclo, o quieren conocer mejor nuestra historia, adentrándose en el Museo Histórico municipal, o pasearse por el salón de cristal o salir al balcón principal, antes reservados para una élite de unos pocos. Para mí, cada vecino de mi ciudad es ya la élite».
Asimismo, con la política de puertas abiertas del Ayuntamiento, tanto la ciudadanía como los y las turistas, aprovechan para visitar espacios de interés cultural y de acceso abierto, como por ejemplo el Salón de Cristal, el Museo Histórico Municipal y el Hemiciclo, donde se celebra el Pleno, el órgano de máxima representación política de la ciudadanía en el gobierno de la ciudad.
El consistorio está abierto al público desde que en junio de 2015 el alcalde Joan Ribó abrió el acceso de las dependencias municipales a los vecinos y vecinas de la ciudad, y también a los visitantes. «Con la política de puertas siempre abiertas, el Ayuntamiento pretende dar a conocer la institución y promover la implicación de la ciudadanía en su funcionamiento. Es una manera de profundizar en la democracia, porque nuestros vecinos y vecinas sienten como propio un lugar que, de hecho, les pertenece, porque es la casa de todos», afirmó ayer Joan Ribó.
