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La "guardia suiza" de la Virgen

La escolta de la Mare de Déu no tiene crisis de efectivos, pero se aceptan nuevos miembros

La "guardia suiza" de la Virgen

Ser hombre, soltero, católico practicante, suizo de nacionalidad y ganar muy poco dinero para lo que es un salario habitual. Requisitos que provocan que el cuerpo de guardias suizos del Papa atraviese una grave crisis de efectivos. La Virgen de los Desamparados no tiene un cuerpo militar a su servicio, pero sí una escolta civil que no atraviesa, de momento, problemas de efectivos. Casi medio millar de personas («ahora mismo, 424») forman parte de la Hermandad de Seguidores de la Virgen. Son un grupo que no engaña: siguen a la Virgen. Es decir, son los responsables de coordinar los desplazamientos de la imagen Peregrina -una imagen muy solicitada en todo tipo de feligresías, lo que viene a demostrar que su culto se mantiene potente- y que el traslado de la misma en procesiones se realice con la ortodoxia correspondiente.

Los seguidores han estrenado recientemente nuevo presidente, José Luis Albiach, quien ha sucedido al «eterno» Juan Arturo Devís. Mantener en cantidad y calidad los efectivos es conveniente. La crisis de fe no parece afectar. «Toda persona es bien recibida porque contamos con que quien desea pertenecer, es porque está dispuesto a cumplir con el objetivo, que no es otro que acompañar a la imagen». Los requisitos no son especialmente exigentes. Se puede ser incluso menor de edad. Requisito indispensable es haber tomado la comunión y la particular ceremonia de iniciación es «participar en por lo menos, nueve de las doce misas, una por mes, que organizan los Seguidores el segundo domingo de cada mes». A partir de ahí, estar a disposición y sin más obligación adicional que «veinte euros al año por familia».

Son los responsables de sacar el anda y la imagen, un esfuerzo de 680 kilos, para el que hace falta un ejército de 28 personas. «El seguidor ofrece a los feligreses la posibilidad de llevar a la Virgen. De hecho, si viajas con ella debes dar esa opción a aquel que la está esperando». Siempre y cuando se respeten las normas mínimas en la forma de llevarla. El Traslado es el momento más complicado del año, porque el orden que se observa en cualquier peregrinación pasa a ser éxtasis y caos. «Acabas agotado, pero sabes que es a lo que vas». No es el acto que más gusta a un seguidor por su heterodoxia, pero tampoco se entiende de otra forma.

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