Los valencianos despertaron juntos ayer domingo. «Tots a una veu, germans, vingau», reza el himno de la Comunitat Valenciana. Y esa comunión adoptó la grandeza de la pasión y la fe que merece el día de la Virgen de los Desamparados.

La noche no dejó de brillar, a plena luz de la luna, con esa nitidez que tiene, cada año, el segundo domingo de mayo que siempre se ofrece a la Geperudeta.

A las tres de la madrugada, la Basílica abrió sus puertas para empezar la fervorosa jornada y, hasta las cinco de la mañana, los feligreses ofrecieron cánticos y poesías en honor a la Patrona. La mayoría de las letras llevaban la huella de Pepe Sabater, el poeta que más ha cantado a la Virgen y que falleció el pasado 14 de abril. Incluso antes de la Missa de Descoberta se escuchó «La Maredeueta» de Piquer.

Una hora antes de la Missa d'Infants, las calles de la Paz y San Vicente eran un reguero de gente camino de la plaza de la Virgen. Gota a gota se concentraron miles de personas, movidas por la pasión y la fe, llegadas a la capital en peregrinación durante toda la noche del sábado al domingo.

La imagen de la Patrona salió del templo a las 10.32 horas entre pétalos amarillos y ovaciones en una plaza de la Virgen abarrotada para el traslado. Miles de valencianos cumplieron con su deseo de fe y muchos lograron tocar el manto de su Patrona mientras los recuerdos personales y las plegarias venían a sus mentes. Los niños también «navegaban» entre la masa humana para estar cerca de su Patrona durante una recorrido que fue inconfundible y auténtico.

Raquel, vecina de València, heredó la afición de ser eixidora gracias a su padre: «Desde las diez de la noche del sábado estoy en la plaza de la Virgen y ahora me voy a trabajar hasta la medianoche. Merece la pena el esfuerzo porque las cosas que le pido se cumplen. El traslado es una sensación inexplicable, hay que estar dentro para sentirlo porque es muy emocionante, yo no puedo parar de llorar».

Las camisetas del Valencia CF abundaban entre los presentes, con el «capricho» de que su equipo gane la Copa del Rey el próximo 25 de mayo: «He venido a pedir por la salud de mi familia y para que mi equipo le gane al Barça», manifiesta Joan, vecino de Bétera.

Una promesa de vida

Francisco, de Torrent, se explica con lágrimas en los ojos: «No soy creyente pero siento que la Virgen es mi madre porque ella está siempre del lado de los desprotegidos. Desde los 15 años estoy viniendo y, como me llenó tanto, hice la promesa de que no faltaría ningún año mientras la fuerzas me lo permitan».

Los actos continuaron en la plaza del Doctor Collado, con una dansà popular en la que participó la fallera mayor de València de 2018, Rocío Gil, y su corte de honor, y, al mediodía, la plaza del Ayuntamiento se volvió a llenar de pólvora y estruendo en la mascletà a cargo de la pirotecnia Caballer FX.

Por la tarde se celebró la solemne procesión general de la Virgen con la presencia de las comisiones falleras, políticos y feligreses que quisieron mostrar su fed a la Patrona de València.