La valla vuelve a la normalidad tras el accidente de septiembre. Uno de los puntos negros de la ciudad es la curva en la que Blasco Ibáñez gira a la izquierda y cambia a General Elio. El trazado de esa curva ha generado históricamente numerosos accidentes de tráfico, consistentes fundamentalmente en estamparse con el muro y la puerta de entrada de Viveros. El último de estos accidentes tuvo lugar a finales de septiembre del pasado año, saldado con tres heridos. Ahora, ocho meses después, han empezado las obras de restauración.