Con la voz un poco carraspera debido a la intensidad de la noche anterior, el alcalde Joan Ribó realizó ayer su primera comparecencia pública tras ser reelegido de facto en las urnas. Su rostro reflejaba la «satisfacción» por los resultados. «Compromís cumplió sus dos grandes objetivos (reeditar la Nau y mejorar resultados), que se pueden resumir en uno: liderar el nuevo gobierno de coalición progresista para cuatro años. No ha sido como pensábamos, porque pensábamos que sería de tres, pero será de dos», explicó.

Tras ver los resultados de otros ayuntamientos españoles, el alcalde de València asegura que su gobierno «ha resistido bien», «no como una aldea gala», pero casi. Ribó explicó que ya ha hablado con Sandra Gómez, pero no que no existe todavía ni calendario para las negociaciones del nuevo gobierno ni tampoco comité negociador, aunque avanzó cuáles son las líneas maestras de la reedición del Pacte de la Nau, nombre que por cierto a Ribó le gustaría mantener. «Tenemos que hacer un programa común, habrá que poner unos objetivos y retardar otros, es decir, lo que hicimos hace cuatro años habrá que volverlo a hacer», señaló.

En ese sentido, adelanta

Sin embargo, el alcalde aseguró que tienen un reto mayúsculo en este segundo mandato. «Tenemos que hablar de la organización de esa casa. Somos la mayor empresa de la ciudad, con cerca de 5.000 trabajadores. La organización de esta casa la tenemos que mejorar mucho, y tenemos que basarnos en áreas de gerencia mejor articuladas que posibiliten trabajar más rápidamente y efectivamente». Sin embargo, Ribó volvió a reiterar que el «puzzle no está ni montado», en referencia al reparto de concejalías. «Repito no hay ninguna área ni servicio adjudicado a nadie. No hay ninguna área irrenunciable ni para Compromís ni para el partido socialista», insistió.