La Plaza del Rosario del Cabanyal ha estado este fin de semana más viva que nunca. ¿El motivo? La primera edición de la fiesta cultural «Ruge Rosario», un proyecto artístico que busca integrar a todos los actores que conviven en el barrio costero. Una iniciativa que, al igual que una semilla recién plantada, «comienza a crecer, poco a poco» y que nace de la participación y la colectividad.

Un festival que «no tiene sentido si no es colectivo». Hace un año que la idea comenzó a germinar. Y lo hizo de la mano de cuatro amigas: Marta Rodríguez, Macarena Salas, Alejandra Miralles y Patricia Piedad.

Las cuatro, productoras y activistas culturales, plantaron la primera semilla con la idea de crear una fiestas para el barrio que fueran más allá de la celebración. «Que no se quedara como un concierto y se abordara como unas fiestas culturales», dicen. Un evento que exaltara la «diversidad, excentricidad» y retratara la convivencia que hay en el Cabanyal día a día entre vecinos, comercios locales y entidades que forman parte del tejido asociativo del barrio. «Ruge Rosario» tiene vocación de convertirse en las fiestas populares del barrio con una premisa clara: Integrar en el proyecto a toda la comunidad. ¿Cómo? A través de la dinamización cultural del espacio público. «Llevar la cultura a un espacio que compartimos todas y todos y a partir de entonces, generar programación para todos los públicos».

¿Cómo germina una idea?

Esta es precisamente la cuestión que se abordó ayer por la mañana en el Teatre el Musical de El Cabanyal, donde la organización citó a representantes de proyectos «que son parte de la inspiración de 'Ruge Rosario' bajo la premisa «de la premisa al fruto cultural». ¿Cómo nace la semilla? ¿En qué momento de crecimiento está la planta cultural de cada proyecto? El fruto más maduro de la mesa redonda es el del festival Rototom Sunsplash, que nació hace más de 20 años «para crear un lugar donde nos hubiera gustado estar y todavía no existía»; el ConFusion de Benimaclet germinó con el deseo de «romper con el concepto de espacio público y privado, pues el espacio público hace que una comunidad se sienta parte de algo»; el Cabanyal Íntim buscó, en su nacimiento, trasladar los escenarios a lugares nuevos y alejados de lo que típicamente conocemos. Por último, el proyecto agroecológico Cabanyal Horta, comenzó su crecimiento para recuperar un espacio público abandonado y darle un uso colectivo. «Ruge Rosario» apuntó que, desde su corta experiencia, la gran ilusión que hace comenzar un proyecto se ve dificultada, en ocasiones por la burocracia que supone llevar a cabo la idea. Sin embargo, «el máximo apoyo para este tipo de proyectos viene de la red que creas en la comunidad. Viene de integrarla toda y que el proyecto se sienta de todos y todas». En este sentido, «Ruge Rosario» ha puesto a los vecinos y vecinas en el centro. «Es muy importante la participación en las actividades gratuitas y de calidad que se han organizado».

Las calles que «se ponen guapas»

Con el lema «la calle se pone guapa», el festival ha llevado a cabo diferentes acciones para promover «el respeto al barrio, el cuidado al espacio público». Así, para ensalzar «la creatividad de un barrio vivo», «Ruge Rosario» ha organizado un concurso de decoración de balcones y de dibujo para embellecer las calles y dinamizar la participación de vecinos y comercios locales. Por otra parte, las fiestas culturales también han querido integrar a los bares y restaurantes del barrio con un objetivo: «El rescate de la Titaina», el plato típico del Cabanyal. Así, los establecimientos han reinventado la receta con la libre interpretación de este plato tradicional.

Las actuaciones musicales y teatrales llenaron el pasado viernes, ayer sábado y volverán a hacerlo durante el dia de hoy la Plaza del Rosario con programación contratada pero también con la colaboración de entidades del barrio que han querido aportar su granito de arena al proyecto. Talleres infantiles, artesanía, baile, un mercadillo y comida popular inundarán la jornada de hoy con contenido generado por la esencia del Cabanyal: Su gente. La semilla sigue creciendo y lo hace, según la organización, «regándola con respecto y conciencia».