Algo más del 64% de las calles de la ciudad de València pasarán estar limitadas a 30 km/h a partir de mañana con la entrada en vigor de la nueva ordenanza de movilidad. En total son 2.374 calles (708 km) que se adaptan para que El 'cap i casal' sea "una ciudad más amable", según ha explicado el concejal en funciones, Giuseppe Grezzi.

Por su parte, 293 calles de la ciudad (240 km) seguirán manteniendo su actual estatus, con velocidad máxima limitada a 50 km/hora, ya que todas estas vías corresponden a grandes arterias de la ciudad y grandes vías.

Grezzi ha explicado que la mayoría de las calles de València no cuentan con señalización específica de velocidad, por lo que se regirá por lo que dice la nueva ordenanza, es decir todas aquellas que tengan un carril por sentido automáticamente pasan a ser calles 30, incluso aquellas en las que existe un carril bus adicional, porque no se tienen cuenta para esta nueva catalogación.

En aquellas calles que tengan actualmente limitada la velocidad a 50 km/h, pero que con la nueva ordenanza pasan a estar limitadas a 30 km/h, se sustituirán las señales próximamente. Sin embargo el edil Giuseppe Grezzi cree que son pocas las que se verán afectadas y principalmente están situadas en el extrarradio de la ciudad.

Para dar la bienvenida a la nueva ordenanza de movilidad que entra en vigor mañana y facilitar la tarea de asimilación a los ciudadanos, el Ayuntamiento de València va a instalar nuevas señales en los entornos que están afectados por las nuevas normas. Por ejemplo, en la entrada de la ciudad con la señalización informativa que indica que está en una ciudad mayoritariamente limitada a 30 km hora, mientras que en la zona centro se ubicarán otras que indican que son calles peatonales o zonas residenciales.

El concejal de movilidad sostenible en funciones también ha detallado algunas de las novedades que trae consigo la ordenanza, como la regulación de los patinetes eléctricos o las nuevas zonas de estacionamiento que se establecen. Fundamentalmente se crea una nueva zona denominada verde que será de carácter residencial aunque su aplicación se hará después de la licitación del nuevo contrato de la ORA, que se está redactando en estos momentos. Por lo tanto, se espera que aún pasen unos meses para que la nueva zona verde sea una realidad en València y como ha señalado Grezzi «se hará después de un proceso de consulta con los vecinos y con un marco consensuado».

Ciutat Vella y Russafa son las principales candidatas a adoptar esta nueva zona verde porque es una larga reivindicación vecinal. Junto con la zona verde se pondría en marcha la nueva área de prioridad residencial de Ciutat Vella, que estará regulada por cámaras de control de acceso a los vehículos. El concejal de Compromís ha vuelto insistir en que primero se hará un reglamento «que cubra todas las necesidades de vecinos y comerciantes», y que se trabajará de manera dialogada con las entidades del centro histórico para consensuar la norma antes de su puesta en marcha, a ser posible, antes de final de año.