La plataforma Salvem el Cabanyal votó ayer en asamblea extraordinaria su disolución por unanimidad tras 21 años de lucha. La asociación fue creada tras la amenaza que se cernía sobre el barrio por la ampliación de la Avenida Blasco Ibáñez al mar, el proyecto predilecto de la exalcaldesa Rita Barberà, por lo cual la asociación decidió luchar por la conservación de su patrimonio y la cohesión social y vecinal del barrio.

El proyecto de prolongar la avenida suponía la destrucción de 1.6512 viviendas, destruyendo la trama urbana de este conjunto histórico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) al seccionarla en dos mitades totalmente aisladas. El motivo por el que esta asociación se mantuvo en pie era, por tanto, la oposición al proyecto municipal de prolongación de la avenida al mismo tiempo que se le pedía al Ayuntamiento y a la Generalitat una rehabilitación integral que le permitiese al barrio un desarrollo sostenible, racional y respetuoso con las características sociales y arquitectónicas propias del barrio con una verdadera participación ciudadana. Es por ello que, tras el anuncio del nuevo Plan Especial del Cabanyal (PEC), la plataforma decidió continuar con la lucha que había dejado tras salir del Ayuntamiento de València el Partido Popular.

No obstante, a primera hora de la noche de ayer, el vecindario que forma parte de la asociación acordó, poner punto y final a todas las actividades y manifestaciones públicas de Salvem El Cabanyal-Canyamelar-Cap de França.