La ciudad de València cuenta con una gran cantidad de edificios de un enorme valor patrimonial y que esconden, entre sus paredes, entre sus estancias y muros, grandes historias. No obstante, muchos de sus vecinos y vecinas todavía los desconocen, y esto no es tanto porque no sean accesibles, sino porque, como decía ayer Jesús Costa, uno de los visitantes de las jornadas de Puertas Abiertas de Capitanía General «suele ocurrir que conocemos más las cosas de fuera que las de casa».

Como pudo comprobar Levante-EMV, ayer eran muchos los que cruzaban por primera vez las puertas de un edificio cuyo origen se remonta al siglo XIII cuando se levantó como un convento dominico. Luego, con la desamortización de Mendizábal pasó a manos del Estado, siendo sede de la Capitanía General desde 1840.

Entre los tesoros que esconden sus muros, y que ayer se mostraban a toda la ciudadanía, está el claustro de tres estilos, gótico, renacentista y neoclásico. Así como la Sala Capitular, del siglo XIV y con las vidrieras originales de nácar o la Capilla de los Reyes, del siglo XV, construida para ser el sepulcro de Alfonso V el Magnánimo y su esposa María de Castilla.

Centenares de visitantes han podido admirar todas estas joyas durante el fin de semana mientras de fondo se escuchaban los tambores de soldados uniformados que recorrían los pasillos vestidos de época. Incluso se llevaron a cabo varias visitas guiadas. Entre ellas estaba Yessica Ortega, quien destacaba el claustro con sus «nervios que sujetan la estructura» o la exposición de cuadros de Augusto Ferrer. Mientras tanto, Carlos y María, que acudían con sus hijos, y que se habían casado en la iglesia anexa, valoraban que «todo está muy bien cuidado y conservado». Precisamente, esto es lo que destacaba ayer la concejala electa por el Partido Popular, María José Català, que pedía que el ejército mantenga su Capitanía General en Santo Domingo porque «nadie mejor para conservar el monumento y para garantizar que esté abierto para todos».