Tortugas que pueden alcanzar los 250 kilogramos de peso en el caso de los machos y vivir hasta dos siglos. Así serán algún día Harried o Darwin, ejemplares de la especie Aldabra (Aldabrachelys gigantea) que ahora habitan Islas Oceánicas, el nuevo espacio del Oceanogràfic de València que recrea ecosistemas donde la falta de depredadores y la abundancia de comida desembocó en el «fenómeno del gigantismo». Lo explicaba ayer el científico y divulgador Manuel Toharia y aunque aves como las espátulas rosadas (Platalea ajaja) podrán observarse en una simulación de sus hábitats naturales, en el caso del dragón de Komodo (Varanus komodoensis) habrá que conformarse con una réplica. Aún así, impresiona.

Se trata de un «paisaje interpretativo» donde se exhibe la elevada biodiversidad que albergan estos singulares espacios. En el paseo por las Islas Oceánicas, en el que ayer Toharia ejerció de guía, los visitantes se encontrarán «con criaturas excepcionales, pero también escasas y vulnerables». La interactividad, el «poder tocar» será la principal característica de este recorrido, que además supondrá «un instante de reposo». «Descubriremos formas de vida únicas, cómo han llegado a colonizar las islas y cómo han evolucionado en ellas hasta convertirse en auténticas joyas vivientes», incide.

El enclave se inicia a través de cinco unidades temáticas, donde además del «gigantismo» podrá observarse al insecto palo de la isla de Lord Howe, o los denominados «viajeros oceánicos»: cangrejos, insectos o pequeños reptiles que llegaron a las islas, a miles de kilómetros de tierra continentales, en cocos o troncos de árboles a la deriva. En «Evolución», mientras, se explica la creación de nuevas especies, donde interviene la selección natural y que establece que los mejores adaptados sobreviven y los peor adaptados, por contra, sucumben. «Aves marinas» está presidida por un albatros viajero, para el que las islas representan un área de descanso y cría segura, mientras que en «Fragilidad» se representa la debilidad de seres vivos sometidos al peligro de las invasoras, la caza, la deforestación o el tráfico ilegal.

La gran novedad será el programa Animal Ambassador, donde especies como el enorme pelícano blanco explicará a los visitantes sus características, hábitats y principales amenazas. Todo ello a través de cuidadoras como la bióloga y veterinaria Arantxa. Una iniciativa que salvaguarda siempre la salud y seguridad de ibis, garcillas bueyeras o tortugas gigantes que forman parte del programa.