La Diputación de València activó hace tres años un protocolo de metodología para tratar la retirada de la posidonia cuando se produjeran estos aportes a la costa, para que lo apliquen los ayuntamientos.

Los bañistas pueden encontrarse hoy con la posibilidad de que no queden algas. Habrá sido porque las mareas se las han llevado de la misma manera que las han traído. En caso contrario, todavía habría que esperar 24 horas como mínimo a la espera de que sea el propio mar quien se autorregule. Si no se van, y tratándose de un suelo arenoso, el ayuntamiento tiene que realizar una «limpieza mecánica» dejando un colchón de diez centímetros de algas sobre la arena.