Según la Organización Mundial de la Salud, en 2050 habrá doscientos mil millones de personas mayores de 60 años. El crecimiento de la población mayor en la ciudadanía, no obstante, no se traduce necesariamente en que su calidad de vida mejore.

Según los últimos datos de la ONU, una de cada seis personas mayores de 60 años ha sufrido algún tipo de maltrato. Una situación altamente invisibilizada teniendo en cuenta que el porcentaj ecae al 4 % (una de cada 24 personas) en cuanto al número de mayores que denuncian se refiere. Un maltrato, no solo físico, sino entre el que se encuentra también la soledad. Justamente la semana pasada Las Naves, conjuntamente con la Universitat Politècnica de València (UPV), publicaba un informe que reflejaba el perfil mayoritario de las personas mayores que sufren soledad. En el documento se pudo ver cómo el sector de la población más vulnerable a la soledad lo ocupan mayoritariamente mujeres viudas con pocos recursos económicos.

El alcalde en funciones Joan Ribó ha advertido esta mañana que muchas de las víctimas de maltrato suelen tener relaciones de dependencia o familiares con los agresores. Como ocurre con la violencia machista, el depender económica o anímicamente del agresor coindiciona en la mayoría de los casos que la víctima se anime a denunciar. Es por ello que la concejala en funciones de Personas Mayores, Sandra Gómez, reivindicó en este día contra el maltratato a personas mayores la necesidad de evitar ese "silencio cómplice" y "trabajar para visibilizar esas situaciones". "Tema en el que hay que trabajar desde los servicios básicos, desde las residencias", para lograr que las personas mayores "puedan vivir en condiciones de máxima dignididad", añadió Ribó.

En un acto que ha tenido lugar en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de València, la socialista reconoció la importancia de poner en valor las medidas para garantizar la dignidad y la seguridad de las personas mayores. Entre ellas, fomentar que participen en la vida social de la ciudad para que puedan sentirse parte de la sociedad y sean, por tanto, menos proclives a que terceros decidan por ellos. Por encima de todo, no obstante, la ONU recomienda que no se queden quietos, que sigan activos, que realicen actividades, que pidan ayuda si es que lo necesitan, pero que nuncan dejen que "nadie" les "trate mal".