The New York Times ha publicado un listado destinado a los turistas que visiten Europa con seis recomendaciones como alternativa a las grandes urbes que, víctimas de su propio éxito y fama, permanecen atestadas de turistas. Las seis ciudades muy visitadas son Ámterdam, Dubrovnik, Praga, Santorini, Florencia y Barcelona. Como alternativa a esta última, el New York Times ha viajado unos kilómetros hacia el sur de la península hasta llegar a València.

Debido al chorreo constante de cruceristas, la gentrificación de los barrios a golpe de apartamentos turísticos y la presencia, cada vez más común, de visitantes que buscan 'turismo de borrachera' que afecta a la Ciudad Condal, el diario norteamericano ya la califica como "la próxima Venecia". Los 28 millones de turistas que diferencian la masificada Barcelona de la tranquila València han sido decisivos para que el NYT apueste por la capital del Turia. En el artículo se destacan los puntos comunes entre las dos urbes y ponen en valor que "todos los estilos se combinan en la Catedral, construida entre los siglos XIII y XVIII; los puristas de la arquitectura no deben perderse la Lonja de la Seda del siglo XV, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y un impresionante recordatorio de la importancia mercantil de la ciudad".

En el artículo destacan la "cinta de parques" que supone la presencia de los Jardines del Turia y explican su reconversión tras la Gran Riada. Como no podía ser de otra forma, no falta la mención a la obra arquitectónica de Santiago Calatrava y Félix Candela en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Para el New York Times, los mercados modernistas de Colón y el Mercat Central se sitúan "entre los más bonitos de Europa".

Otros puntos calientes de València para convertirse en la perfecta alternativa a Barcelona son, para NYT, los 300 días de sol, la Marina de la ciudad, el restaurante de Ricard Camarena en Bombas Gens, el hotel Las Arenas o el icónico restaurante La Marcelina.