El Partido Socialista está llamado a compartir las labores de gobierno con Compromís, con el objetivo de seguir mejorando posiciones y tratar, dentro de cuatro años, de voltear el reparto de poder. Ayer, su líder, Sandra Gómez, futura primera teniente de alcalde, vicealcalde o la fórmula que se dedica, aseguró que el que viene «va a ser un gobierno más maduro, mas asentado, más estable y con las ideas más claras. Muchos de los objetivos marcados en la pasada legislatura van a ser una realidad en la actual como acabar el metro, la plaza de Brujas, la plaza de la Reina...».

Se puede llegar al sábado sin haberse decidido el reparto de parcelas de poder. «Por nuestra parte creemos que València necesita un gobierno estable y eso pasa por que haya un acuerdo entre las dos formaciones de progreso. Nosotros vamos a trabajar por ello. No hay prisa por alcanzar el acuerdo. Se llegará sin más».

Aseguraba que en ellos no va a haber amenazas de ruptura, como en el Pacte del Botànic. «Vamos a evitar un gobierno de derechas. Eso espera cualquiera de nuestros votantes. Nosotros nunca hemos puesto en duda la investidura. Ojalá ese buen talante hubiese reinado en otros ámbitos. Las amenazas están de más. Y el PSOE de València ha sabido, en ese sentido, comportarse con responsabilidad».