Al mismo tiempo que los nuevos concejales del Ayuntamiento de València tomaban posesión de sus cargos, en las puertas del edificio consistorial empezaban a concentrarse simpatizantes del PSOE y de Compromís, los dos grupos que conformarán el Govern de la Nau 2, y lo hacían, cómo no, ataviados de banderas de unos y otros y bajo un calor que alcanzaba los treinta grados a la sombra.

La impaciencia iba aumentando a medida que pasaba la mañana, pues algunos estaban allí desde las once, aproximadamente, pero sobre las 13:15 las grandes puertas del edificio se abrían de par en par, esas por las que, como resaltaba el propio alcalde reelegido Joan Ribó: «han pasado centenares de miles de personas en estos años. Esta puerta tiene un gran simbolismo para nosotros, supone la apertura y con ella queremos simbolizar que esta casa es la de todos los valencianos y valencianas», indicaba al tiempo que las personas allí concentradas no paraban de hacerle fotos, de pedirle que se fotografiara también con ellos y de cantar «Xé que bo, alcalde Joan Ribó».

Era un momento para ser inmortalizado. Tal vez no tenía la misma carga simbólica de 2015, cuando se puso fin a 24 años de gobierno del Partido Popular, ni tampoco había tanta gente allí, pero los que estaban querían poner de manifiesto su apoyo a las políticas llevadas a cabo. Así lo hacía Chencho Almendros, simpatizante de Compromís: «Ya vine la otra vez, me pareció un momento bastante emocionante el dar la bienvenida a una nueva etapa de cambio después de tantos años de gobierno del Partido Popular». Él destacaba los cambios que ha habido «en transparencia, en impulsar la ecología, en movilidad, potenciando los carriles bici y las zonas peatonales».

También había en las puertas del ayuntamiento muchos seguidores del PSOE. Entre ellos, un alemán como Peter, que reside en El Cabanyal y que reclama que se continúen y amplíen «las políticas medioambientales» y para quien el partido de Sandra Gómez es «el más serio y pragmático» y espera que tenga «más visibilidad».

Sandra Gómez también era aclamada a su salida a gritos de «Sandra, vicealcaldesa», en lo que parece que será una de las principales reivindicaciones de su partido. Ella pedía calma con las manos y luego comentaba: «Es un día de alegría, celebración y muchas emociones», dijo Gómez, a la que luego se acercó el propio Joan Ribó para celebrar juntos y terminaron fotografiándose con el exalcalde Ricard Pérez Casado.

Protestas vecinales

También fueron protagonistas varios colectivos como Entrebarris, La PAH, o Cuidem El Cabanyal que se concentraron de 10 a 11:30 horas y que pidieron un modelo de ciudad donde se garantice el derecho a la vivienda y no se amenace más el territorio, en referencia a los PAI que hay en marcha.