Después de cuatro días sin noticias de la negociación entre Compromís y el Partido Socialista para formar gobierno en València, los equipos negociadores se han reunido esta tarde sin que se hayan producido grandes avances, aunque sí novedades. El partido que lidera el actual alcalde, Joan Ribó, ha renunciado al sistema gerencial que habían levado a la mesa de negociación y a cambio piden a los socialistas que renuncien a la vicealcaldía que piden para su portavoz, Sandra Gómez. El PSPV, por su parte, asegura que "renunciar a algo que no existía y que es ilegal no es en realidad una renuncia", por lo que mantiene su propuesta de formar un gobierno a imagen y semejanza del Botànic, donde hay un presidente y una vicepresidenta.

En el argumentario de su propuesta, Compromìs explica que "para no establecer conflictos de competencias ni estrategias de gobierno en paralelo,es necesario un modelo de funcionamiento como el del mandato 2015-19, en que el alcalde delegó sus competencias sobre los concejales/se de gobierno y, cuando hubo opiniones diferenciadas, se optó para resolverlas en una junta de portavoces de gobierno para llegar a posiciones consensuadas". "Este mismo modelo es el que se ha seguido en todas las ciudades donde hay un pacto de gobierno entre Compromís y el PSPV, y es el que Compromís, por lo tanto, también reclama para la ciudad de València", afirman.

Este movimiento, sin embargo, no ha sido aceptado por el equipo negociador del PSPV, que insiste en un modelo como el del Botánic, con presidente y vicepresidenta, además de la conservación de todas las concejalías que tienen en la actualidad a falta de propuestas futuras que puedan ponerse sobre la mesa. Creen que la idea de las áreas gerenciales solo era un "globo sonda" y que renunciar ahora a ese modelo no tiene valor. "Es como si yo propongo una medida tan loca como partir la alcaldía en dos años para uno y dos años para otro y luego la retiro.En este caso es lo mismo, porque su propuesta no existía, se la han inventado y ni siquiera es legal", precisan.

La reunión, por tanto, ha acabado sin acuerdo. La próxima cita será dentro de dos días y ambas partes tienen la esperanza de que haya un acercamiento.