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Patrimonio

Un arreglo reciente permitió que la Roca Diablera no se cayera otra vez

Un anclaje de hierro impidió que la talla de 1815 sufriera un accidente como el de 1993

Un arreglo reciente permitió que la Roca Diablera no se cayera otra vez

Una restauración reciente, seguramente consecuencia de la caída sufrida hace 26 años, es lo que ha salvado al «Plutón», la figura principal de la Roca Diablera del Corpus, de volver a rodar por los suelos el pasado domingo. La figura, que data del año 1815, estuvo a punto de ser cercenada por unos cables mal puestos de la instalación de À Punt.

La escasa velocidad que llevaba el carro cuando salía de la plaza de la Virgen para iniciar la procesión propició que la pieza no quedara doblada sobre sí misma. Lo que la frenó fue un armazón de hierro que tiene la talla de madera en su interior. Por lo que el parte de daños, si se aplicara el símil, sería de que la figura tiene una fractura de tobillo, que ahora habrá que reparar.

Restauración necesaria

El restaurador Rubén Facila acudió ayer al Museo del Corpus a hacer la primera evaluación de los daños. La recuperación empezará inmediatamente y su diagnóstico es que «haremos sobre su base un apuntalamiento provisional para que pueda seguir cumpliendo con su cometido, que es salir todos los años». A la espera, eso sí, de una labor a medio plazo, pero necesaria: «la restauración completa de la Roca». Algo que este carro, el más antiguo de la procesión, necesita de forma urgente. Tanto ella como las otras rocas antiguas. «A la Diablera no le va a pasar como a la Roca Valencia, que tuvo que estar cuatro años sin salir, pero cuando llegue el momento de la reforma integral...».

El interior de la Roca es una maraña de tableros por los que Facila subió para contemplar cómo había soportado el test de estrés la pieza. En el interior hay unas bases metálicas que, unido a lo que tiene en su interior, ha permitido que los daños sean menores. Lo que no quiere decir que la pieza esté rematada de forma precisamente admirable. «La talla es de madera y es la que se considera que tiene más de 200 años. A ésta se le incorporó arpillera encolada, y después la pintura». Pero también tiene algunos elementos menos afortunados, como «unas secciones hechas con fibra de vidrio para reforzarla, que son modernas».

¿Cuanto queda realmente del Siglo XVI en el carro? Más allá del armazón interior se entiende que «hay elementos que sí que se ven de época, como los pináculos decorativos, los perros que tiene en el frontal... aparte de que la figura de Plutón está datada de 1815, con lo que se supone que es una reconstrucción de la original, también hay constancia de varias restauraciones» incluyendo la más reciente, tras la riada, en el que los carros sufrieron mucho, al encontrarse en una zona inundada de la ciudad.

La Roca Diablera tiene un problema: al ser la más antigua, es la primera que desfila. Y, por consiguiente, la que se encentra con los problemas inesperados. El accidente de 1993, también por unos cables, destrozó la figura y fue precisamente por ser la que abre camino. Lo mismo le ocurrió el pasado domingo. Lo que no quiere decir que otras rocas no tengan sus problemas durante el camino. Precisamente, una de las más modernas, la de la Virgen de los Desamparados, de 1995, suele llevarse enganchado en la corona todo tipo de ramajes de los árboles. Tanto, que la pieza de adorno tiene dobleces por el peso.

Rubén Facila considera que la construcción de réplicas para salir en procesión resulta inviable «por lo carísimo que resultaría hacerlas con un mínimo de rigor. Las rocas modernas no tienen el valor de las antiguas porque están hechas con mucho material sintético». Sólo encontrar el material para hacer una copia fidedigna elevaría la factura. «Lo que yo sí que pediría es que se cuidaran cuando las condiciones no son las adecuadas. Por ejemplo, en caso de lluvia persistente, sería partidario de que no salieran a la calle, de la misma manera que ocurre con los pasos de Semana Santa».

Ahora, la Diablera pasará por «cocheras» para que Plutón vuelva a ganar en estabilidad. Y esperando que los próximos cables estén mas altos.

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