Mientras la línea de costa de la Garrofera, el Saler y Arbre del Gos ha ido continuamente en regresión, la playa de las Arenas fue creciendo año tras año. Actualmente, en la zona más pegada al Puerto de València la línea de costa acumula ya 280 metros de arena debido a la contención que supone la estructura portuaria al hacer las veces de dique, lo que no permite que las corrientes desplacen el sedimento hacia el sur. Así, mientras el macroproyecto de la Dirección General de Costas propone la obtención de arena para la regeneración de la Garrofera de un yacimiento submarino frente a Sueca, los detractores de este plan en pro de obtener la sedimentación de las Arenas, han comenzado a manifestarse. Entre ellos el director del Instituto Cartográfico de València (ICV), Xavi Navarro, quien advierte que la extracción de la arena submarina supondrá graves problemas en cuanto a la destrucción de la fauna y la vegetación marina que allí se encuentre, tal como apunta Costas en su informe de Impacto Ambiental. El documento señala que, tras la prolongación de la Gola de Puchol en 50 metros hacia el mar para evitar que la arena allí depositada se desplace hacia el sur, las comunidades de fitoplancton no tendrán capacidad de recuperación, ya que la zona quedará cubierta por materiales duros, por lo que el área afectada (con una superficie de más de dos millones de metros cuadrados) será colonizada por comunidades marinas de características totalmente diferentes. Un «efecto antrópico sobre el medio que se podría evitar» al repensar una aportación sedimentaria natural, señala Navarro.
