El alcalde de València, Joan Ribó, ha vuelto a meter el dedo en el ojo al Puerto de València a cuenta a la macroampliación norte, donde se ha proyectado un nuevo muelle para contenedores y depósitos de hidrocarburos. El alcalde se ha posicionado, en una entrevista en À Punt Ràdio, del lado de colectivos ciudadanos como El Litoral per al Poble críticos con los planes para la macroampliación que reclaman al alcalde, como miembro del consejo de administración del puerto, que reclame la paralización del proyecto y un nuevo estudio de impacto ambiental.
El alcalde exige, para las pretendidas obras de ampliación del puerto, que prevén construir un nuevo muelle con rellenos en los diques de la ampliación, «una evaluación de impacto ambiental con el objetivo, por un lado, de cumplir normativamente con la legislación vigente, y por otro, principalmente, con el objetivo de salvaguardar los intereses de la ciudad y sus vecinos y vecinas, entre los que se encuentran las costas del término municipal de València y su calidad ambiental».
Las expansiones del puerto han causado importantes afecciones a las playas, como la de Natzaret, que desapareció en los años 80 por la ampliación sur. Las playas de la Devesa están ahora pendientes de un proyecto de aportación de arena a gran escala debido a la erosión grave que sufren desde hace años por la presencia del puerto y la falta de aportes fluviales.
Los cambios en la macroampliación del puerto, que supondrá según advierte los colectivos ciudadanos mayor paso de camiones y polución y también el acercamiento del muelle, no se puede sustentar en una declaración de impacto ambiental de 2007, han advertido desde la plataforma El Litoral per al Poble.
El alcalde también cuestiona la utilidad del acceso norte y apuesta por un acceso Norte «exclusivamente ferroviario, ya que no tendría ningún sentido un dispendio de centenares de millones de euros para una infraestructura que dentro de pocos años estará obsoleta».
Ferrocarril, no carretera
«La tendencia en cualquier país del mundo es sustituir el transporte de mercancías por carretera, por el ferrocarril. «València no puede ni debe quedarse atrás. Por eso, el único acceso posible debe ser por el túnel de Serrería, estableciendo una estación intermodal en el Port de Sagunt», destacaron ayer fuentes de alcaldía. La mejora de las conexiones por ferrocarril del puerto de València dependen en gran medida de la ejecución del túnel pasante para no saturar el actual paso ferroviario de Serrería, uno de los cuellos de botella del Corredor Mediterráneo.
Para el alcalde es fundamental acelerar las obras del túnel pasante. «El mismo ministerio del que depende la Autoridad Portuaria de València, Fomento, es el que debe acometer de una vez por todas las obras para el soterramiento de vías en València y la apertura del túnel pasante». Ribó volvió a exigir ayer «que València sea una prioridad».
