Las obras de rehabilitación de los edificios municipales ruinosos de la plaza del Doctor Collado, al lado de la Lonja de València, se alargan y para no deslucir el entorno de este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad el Ayuntamiento de València ha instalado una lona serigrafiada que tapa las fachadas degradadas.
Las obras de consolidación de los edificios de la plaza del Doctor Collado arrancaron el pasado mes de enero y debían estar terminadas en abril de este año, sin embargo problemas estructurales y de mal estado de la edificación que podrían afectar a los sótanos abovedados, de origen medieval, del subsuelo complicaron la actuación y obligaron a alargar los plazos hasta mayo. Una vez estabilizado el edificio, el ayuntamiento espera ahora a que la Consellería de Cultura de el visto bueno a la intervención arqueológica previa al proyecto de restauración. Los arqueólogos prevén encontrar un horno medieval, la muralla islámica y los sótanos abovedados vinculados a la desaparecida lonja del aceite. La más que probable aparición de restos arqueológicos vinculados a la muralla islámica protegida ha complicado todavía más la intervención en la plaza del Doctor Collado. El ayuntamiento ya aprobó una prórroga hasta mayo al verse alterado el calendario inicial por la celebración de las fallas. También se alargaron los plazos por la necesidad de levantar acta notarial del estado de los edificios colindantes, en previsión de futuras reclamaciones por daños estructurales.
Un año afeando la Lonja
Las obras de reconstrucción de los edificios ruinosos que afean desde hace años el entorno del monumento gótico comenzaron a finales de enero. Los edificios fueron inscritos en el registro de solares y finalmente acabaron pasando a manos municipales. El ayuntamiento incluyó el proyecto de consolidación en los planes de inversión productiva (antes plan Confianza). Las obras de consolidación han costado 258.000 euros. En las mismas se ha consolidado la fachada y apuntalado la estructura de los dos edificios. Además se han hecho demoliciones parciales y se ha colocado la lona para disimular las fachadas en espera de la restauración definitiva.
Las dos fincas objeto de intervención se construyeron sobre los sótanos abovedados que se integrarán en los edificios restaurados, que no se destinarán a uso residencial sino a un uso cultural y dotacional vinculado con la historia de la Lonja.
