El Ayuntamiento de València ha desestimado el recurso interpuesto por la Federación Empresarial de Hostelería de València (FEHV) contra la delimitación de Zona Acusticamente Saturada (ZAS) en el Barrio del Carmen. Los hosteleros se agarraban a un error de Conselleria en el acotamiento de la zona ZAS y la zona de respeto - una franja adyacente-, para tratar de tumbar las restricciones y que la declaración de ZAS fuera sometida a un nuevo procedimiento con la información pública preceptiva. Situación que hubiera anulado las limitaciones actuales para empezar de nuevo el proceso.

Sin embargo, el Servicio de Calidad y Análisis Medioambiental, Contaminación Acústica y Playas, defiende que se trata de un mero error de transcripción y que las medidas impuestas en enero de 2019 tienen plena validez. Algo que implica la obligatoriedad de cerrar media hora antes de lo permitido en el acuerdo anterior. En su escrito, la federación de hostelería solicitaba la suspensión de dicho acuerdo, y alegaba fundamentalmente que esa separación no consta en ningún momento en el procedimiento de declaración de las zonas acústicamente saturadas de la ciudad. Sin embargo, desde el consistorio se incide en que el expediente aprobado en noviembre de 2018 por la Junta de Gobierno Local ambas zonas estaban «correctamente diferenciadas técnica y formalmente».

Estudio sonométrico de la zona

El consistorio recuerda que en el procedimiento se siguieron todos los preceptos que marca el artículo 50 de la Ordenanza Municiapl de Protección contra la Contaminación Acústica, donde se le confiere potestad para establecer medidas cuando se superen en más de 15 dBA los niveles fijados. Situación que se daba en El Carme, para lo que se aporta un estudio sonométrico de la zona, así como el número y características de las actividades existentes, tal como figura en la memoria justificativa. Algo también cuestionado en su día por los hosteleros.

En el informe, además, se incide en que en la «prolongada tramitación» del expediente, se mantuvo «una delimitación diferenciando la zona a declarar propiamente como ZAS y por otro lado la zona de respeto, en la que se aplicarían idénticas medidas por tratarse de una franja adyacente a la que, de no aplicarse las mismas, podrían migrar las actividades causantes de las molestias». Desde el Ayuntamiento de València, se recuerda a los hosteleros, que las administraciones públicas podrán «rectificar en cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus actos».