La Asociación de Vecinos de Natzaret se ha sumado a la petición de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra y a la del alcalde de València, Joan Ribó, de pedir al Ministerio de Transición Ecológica que aclare si la megaterminal portuaria necesita una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Como ya hiciera el vicealcalde, Sergi Campillo el viernes, el presidente de esta asociación vecinal, Julio Moltó, recordó ayer que la actual DIA data de 2007 y, por tanto, «no tiene vigencia actualmente y menos en la situación de emergencia climática en la que nos encontramos».

Moltó alerta de que «el puerto no puede crecer indefinidamente y seguir sobrepasando los límites que ya se pasaron en 1986». Con ello hace hincapié en que, ya entonces, cuando el puerto se amplió hacia el sur, eliminando la playa de Natzaret, ellos ya se opusieron: «En los 80 planteábamos que el puerto no podía sobrepasar el cauce del Túria y que el crecimiento debía ser en Sagunto». El representante vecinal afirma que Pérez Casado, alcalde en aquella época, «reconoció en las jornadas Port-Ciutat que aquello fue un error». «Si nos hubieran hecho caso con una ampliación hacia el norte y equilibrada ahora el cauce del Túria saldría al mar, tendríamos playa y huerta», agrega Moltó, que pide que no se repitan los mismos errores y que se replantee esta ampliación. «Casado decía que en 1986 no existía la actual conciencia medioambiental. No la tendría él, pero nosotros sí y ya alertamos de lo que pasaría».

Moltó plantea sus reivindicaciones: «Queremos que el río vuelva a salir al mar, que la propiedad del Parque con Desembocadura pase a manos del ayuntamiento y que se conecte con el Parque Natural de l'Albufera para recuperar también la huerta y la infraestructura verde». Al mismo tiempo, el presidente lanza otra petición: «Que los terrenos portuarios que no tienen uso portuario como la Marina, el Parque con Desembocadura y la ZAL pasen a manos del consistorio y que no se especule o se haga negocio con ellos. Que se lleve a cabo una nueva delimitación de espacios y usos portuarios o que se cambie la Ley de Puertos».

Moltó reivindica que Natzaret quiere «ser una zona de emisiones cero», a tiempo que rechaza la posibilidad de acercar la terminal de cruceros, «unos barcos que no paran de echar humo», a Natzaret. El dirigente reitera que los problemas del puerto no afectan solo al barrio o la Punta, sino que «son algo que repercute en toda la ciudad y su área metropolitana». Y lanza una pregunta al aire, al estilo del famoso discurso del jefe indio Seattle: «¿Qué vale la huerta, una playa o un metro cúbico de aire no contaminado?».