El Palau de la Música suscitó un intenso debate en el primer pleno ordinario de la legislatura al hilo de las mociones presentadas por la oposición (PP y Ciudadanos) pidiendo una hoja de ruta clara y más inversiones para el coliseo tras su cierre temporal por los desprendimientos y graves daños estructurales registrados. La concejala de Cultura, Gloria Tello, presentó una moción alternativa comprometiendose a dotar economicamente al Palau y a llevar a cabo una auditoria integral del edificio como reclamaba la oposición, dotada con 400.000 euros.

En la moción alternativa el ayuntamiento se compromete a dotar de fondos presupuestarios necesarios para asumir gastos extraordinarios de la intervención integral que se llevará a cabo en el Palau, y a informar de la reubicación de la programación a abonados y usuarios. Tello recordó que el Palau fue inaugurado hace más de 32 años, se someterá a una rehabilitación profunda tras detectarse las deficiencias del sistema de climatización que han causado los daños en los elementos de madera de las salas. «El auditorio volverá a estar a la altura del icono que es», recalcó. Tello hizo frente a las críticas de la oposición por la falta de inversiones en mantenimiento y apuntó que han aumentado un 80% con el actual gobierno y citó 1,5 millones de euros invertios en 2017 al sistema de climatización.

Un edificio «enfermo»

La concejala de Cultura informó de que el sesenta por ciento de la programación del Palau ya se ha derivado al Palau de les Arts, al Teatro Principal y al Palau de Congresos y se comprometió a informar en septiembre «cuando esté todo cerrado». La concejala Julia Climent (PP) destacó que el Palau de la Música «está enfermo» y repasó todos los episodios de daños registrados en el Palau en los últimos meses, desde la caída del trencadís de la fachada, al derrumbe del techo de las sala Iturbi en 2018 y, el último, el de la sala Rodrigo. Climent acusó a Tello de «poner en peligro la integridad de los usuarios» por no ordenar el cierre del edificio antes. «Tenían un peligro sobre sus cabezas y no lo sabían», remarcó.

Aludió al informe del servicio de Bomberos que determinó que los daños hacen inhabitable el Palau y obligan a cerrarlo. «Han pasado 33 días y seguimos con la incertidumbre del Palau». En la misma línea se pronunció la concejala de Ciudadanos Amparo Picó quien calificó de «nefasta» la gestión llevada a cabo desde 2015, el «oscurantismo y falta de transparencia con connivencia del PSPV». José Gosálbez (Vox) destacó por su parte que el deterioro de un edificio como el Palau «es algo progresivo, no pasa de la noche a la mañana. Algo tendrá que ver el PP. Los gobiernos anteriores tampoco hicieron demasiado. «Al pan pan y al vino, vino».

Falta de ejecución

La oposición retomó su discurso de la anterior legislatura en cuanto a la «falta de ejecución» de fondos: el PP acusa de activar «solo el 15%», en lo que ve como «una fotografía de su dedicación», y alude a los «millones en facturas en los cajones», mientras Cs critica que se resuelvan «situaciones de urgencia» con otras partidas y Vox invita a «darse un paseito» por València para comprobarlo.

Vilar critica el tono apocalíptico

El concejal de Hacienda, el socialista Ramón Vilar lamentaba lamentado el tono «apocalíptico» poniendo valor la inversión de «diez millones de golpe para que el colector norte vuelva a funcionar tras 25 años sin un euro». «Nos gustaría tener más avanzado el presupuesto, pero la ejecución es comparable a la de cualquier administración», remarcaba. El tema del reparto de sueldos que ha hecho el Govern del Rialto volvió a ser motivo de refiega entre el equipo de gobierno y la oposición en la apertura de la décima legislatura en el Ayuntamiento de València.