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Falla Acacias-Picayo (Benicalap)

Vuelve a la Fonteta y prepara un proyecto para enseñar Fallas en Secundaria

Vuelve a la Fonteta y prepara un proyecto para enseñar Fallas en Secundaria

Es más fácil haber sido preseleccionada infantil y regresar de mayor que repetir presencia en una misma elección final. Los trenes suelen pasar una sola vez en cada segmento de edad. Raquel García es la única de las 73 que, siendo adulta, ya conoce la Fonteta. «En 2015 hubo un hueco para poder presentarme» (la fallera mayor de Acacias-Picayo, Mensina Benlloch, ya había estado en la corte adulta, la de 2004 y obviamente no podía volver a presentarse). «Había acabado la carrera, mis padres me había regalado un traje... y me presenté. Tuve la suerte de vivir la experiencia y sigo teniendo amigas de aquel año». Ahora vuelve al escenario como fallera mayor de las pasadas fiestas. «Ser fallera mayor es totalmente diferente a ir directamente a un proceso de selección. Aunque yo ya hubiese vivido eso ?refiérese a pruebas, Fonteta, etcétera? yo quería ser fallera mayor de mi falla. Y lo he podido cumplir».

¿Reflexiona qué pudo pasar para no salir, como un partido de fútbol que sale mal? «Eramos 73. Un primer jurado nos vio algo». El siguiente, no. «Elegir trece es muy complicado. Y también muy subjetivo. No puedes decir que 'he estado mejor' o 'peor'. Las cosas vienen como vienen. Ahora es diferente. En aquel momento, por ejemplo, no conocía ni a las compañeras de sector. Ahora son mis amigas. Tengo la experiencia, pero se vive de forma muy diferente».

Acude como fallera de Acacias-Picayo después de desplazarse apenas unos cientos de metros, avenida de Burjassot hacia 'abajo'. «Siempre había sido de la falla Mariano Benlliure. Mi madre es fundadora de la comisión y yo fui fallera mayor infantil en 2001. Pero en 2014 mi grupo de amigas se borró de la falla». Malos tiempos, casi de orfandad. «Yo apenas bajaba. Creo que ese año, 2015, apenas bajé a las dos ofrendas, la de Burjassot y la de València. Si no tienes tu grupo de amigas no te sientes a gusto. Y tenía más gente en Acacias que hacía tiempo que me decía de apuntarme allí. Es una decisión complicada, la otra es tu falla de toda la vida, la de tu familia, la que has vivido toda la vida, pero una vez llegué piensas que la decisión es la correcta, incluso que podía haber ido antes. Me han acogido muy bien, nunca me he sentido 'de fuera'».

Las Fallas llevadas hasta las últimas consecuencias. «Estudié Bellas Artes e hice un master de Gestión Cultural y el último que he hecho ha sido de profesorado de plástica, historia del arte, dibujo técnico, secundaria, bachiller, ciclos formativos...» con las oposiciones en el horizonte. ¿Fuente de inspiración? «Las Fallas. Soy fallera desde siempre y lo que veía todos los años era el monumento fallero. Cuando llegó la ESO no tuve duda y me fui al bachiller artístico. Mi trabajo de final de carrera es un audiovisual sobre el proceso de creación de una falla, que hice en el taller de José Luis Platero. Luego, en Trabajo Final de Master cogí la idea del proceso de creación e hice una propuesta educativa para poder estudiar las Fallas en Secundaria; por lo menos, en la provincia de València. Ya que somos Patrimonio de la Humanidad...»

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