Hamburgo, Amberes o Rotterdam son los referentes a los que ayer volvió a aluidr Joan Ribó como modelos de puerto a copiar. El alemán, en concreto, es además el más eficiente de la Unión Europea, según indica el estudio realizado por el Centro de Monitorización del Transporte Marítimo Mundial de Cargo Smart. Con una clara apuesta por el transporte de mercancías por vía ferroviaria, Hamburgo cerró 2018 con un aumento de la cuota modal hasta el 44,9 %, con 1,8 millones de contenedores movilizados entre la instalación portuaria y las terminales intermodales. La actividad por vía terrestre descendió un 1,3 %, aunque supuso un total de 4,1 millones de contenedores. Lo cierto es que el 74 % de las mercancías que entran o salen de Europa lo hacen por sus puertos. Y alrededor del 40% del comercio interior de la Unión Europea pasa por estas infraestructuras. De ahí que la UE en la iniciativa Horizonte 2020 dedique un programa al «The Port of the future», donde se marca como prioridad investigar modelos de gestión y soluciones innovadoras en ingeniería y construcción. «Los puertos son un catalizador del desarrollo regional. Su optimización e inclusión en el territorio son fundamentales para garantizar que las operaciones no afecten negativamente a las áreas circundantes, incluyendo el desarrollo urbano inteligente de las ciudades portuarias», señala. «Se espera que las actividades portuarias reduzcan el impacto sobre el cambio climático y el medio ambiente y que sus costos operativos y de infraestructura mejoren la eficiencia logística y la integración, incluyendo las relaciones ciudad-puerto y el desarrollo urbano».